Hondureños en el Mundo

Mailin Maldonado, la hondureña que aboga por los derechos de los migrantes

La joven abogada de inmigración tiene experiencia representando a clientes en peticiones familiares, ajuste de estatus, ciudadanía, renovación de green card, corte, DACA, entre otros
19.07.2022

HOUSTON, ESTADOS UNIDOS.-Un duro inicio en la vida puede llevar a las personas a convertirse en verdaderos defensores de los derechos de los más desvalidos, es el caso de la hondureña Mailin Yaret Maldonado, una joven abogada de inmigración que trabaja en pro de los derechos de los compatriotas en la ciudad de Houston, Texas.

Con un doctorado en Jurisprudencia de la universidad South Texas College of Law Houston y varios años desempeñando funciones relacionadas con la ley de contratos, gobierno, salud, familia, e inmigracion, hoy vela porque los migrantes tengan igualdad de condiciones y beneficios migratorios.

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La joven oriunda de Concordia, Olancho, tiene experiencia representando a clientes en peticiones familiares, ajuste de estatus, ciudadanía, renovación de tarjeta de residente (green card), corte de inmigracion, corte de familia, DACA, asilo, proceso consular, U-Visa, T-Visa, perdónes, VAWA, visas especiales juveniles, visa de estudiante, visa de turista, TPS, entre otros.

Su sueño de la niñez hecho realidad

Desde los siete años Mailin Yaret soñaba y lo hacía en grande, mientras otras pequeñas aspiraban a ser princesas en un mundo ideal la catracha ya sabía lo que quería ser de grande: una abogada.

Maldonado, que se mudó con su familia a Tegucigalpa para iniciar su etapa escolar, confió al segmento “De un país llamado Honduras” que durante su infancia pasó por una crisis familiar, en la que se vio creciendo en una familia disfuncional, pero fue esa etapa en su vida lo que la llevó a ser lo que hoy es.

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“Las experiencias vividas cuando era una niña de 7 años infundaron en mí el deseo de proteger a mujeres y niñas”, relata.

De la mercadotecnia al derecho

Así, con el paso de los años para la joven llegó el momento de ingresar a la universidad en donde se le abrieron un abanico de posibilidades. “Salí con excelente nota en el exámen de admisión por lo que podía estudiar lo que quisiera hasta derecho, periodismo o hasta medicina”, relata Maldonado. Sin embargo, la situación de violencia que ha manchado el desempeño de estas profesiones (derecho y periodismo) la hicieron desistir de esa idea y optó por la Mercadotecnia.

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Aunque se matriculó en mercadotecnia, siempre quedaba el deseo de ser abogada.

Fue en 2014, cuando al viajar a Estados Unidos, aún sin terminar su carrera en mercadotecnia, decidió empezar desde cero para titularse en derecho.

Inicialmente tomó clases para aprender a hablar, escribir, y leer inglés. Seis meses después, empezó a cursar el pregrado en Justicia Criminal y Estudios Legales en Sam Houston State University. Posteriormente, en 2018 ingresó a la escuela de leyes y se graduó del Doctorado en Jurisprudencia de South Texas College of Law Houston.

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El impacto de Trump en la vida de Mailin

Inicialmente, Mailin quería ser abogada de gobierno en derecho penal y criminal para procesar criminales. Sin embargo en 2016, con la llegada del presidente Donald Trump a La Casa Blanca, la compatriota comenzó a descubrir una realidad que hasta entonces no conocía.

“Veo la injusticia, empiezo a conocer mejor las leyes migratorias en Estados Unidos y que los migrantes no tienen los mismos derechos. Los migrantes no tienen las mismas protecciones constitucionales ni el mismo procedimiento de ley que tienen otras personas”, comenta a EL HERALDO.

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Eso le permitió reconocer que “hay muchos migrantes que cuando enfrentan un proceso no tienen ni siquiera el derecho de estar ante un juez, eso me atrae a ayudar a los migrantes”, explica.

Adicionalmente la joven abogada detectó otra realidad que golpea a los migrantes y es que muchas veces no son bien representados o defendidos y pasan a ser para algunos profesionales del derecho sólo una cifra, un negocio.

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“Me doy cuenta que muchos abogados ven a los migrantes, más que como personas, como una transacción nada más y eso me motivó a ofrecer mis servicios”, al hacer renacer en la joven el viejo deseo de velar por los indefensos.

La abogada que actualmente participa profesionalmente en varias firmas y también brinda consultorías de manera particular. También participa en varias organizaciones internacionales sin fines de lucro que protegen los derechos de los migrantes. Considera que “siempre hay una razón para todo, esta es la razón por la que estudié leyes, no para ser abogado del gobierno sino para defender los derechos de los migrantes”.

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Sin duda su gran pasión por las leyes aunada a su inclinación hacia la defensa de los derechos de los migrantes le deparan un futuro inspirador a la joven abogada que hoy por hoy es un orgullo catracho.