Cinco miembros de una misma familia fueron hallados muertos la noche del miércoles en su domicilio en la periferia de Lille (norte de Francia), un drama debido a problemas financieros, según los primeros elementos de la investigación.
Los bomberos descubrieron en la vivienda los cadáveres de tres menores, una niña de diez años y dos chicos de cuatro años y seis meses. También encontraron el cuerpo de la madre, de 40 años, y el del padre, de 42, declaró a la AFP el fiscal de Lille, Frédéric Fèvre.
Los cuerpos de los niños y la madre estaban en sus camas y habían sido cubiertos, mientras que el del padre yacía en el garaje.
El padre se ahorcó y 'dejó una nota escrita, fechada el 16 de octubre, en la que explicaba su acto. Mencionaba un sobreendeudamiento y grandes dificultades financieras', explicó el fiscal Fèvre.
El domicilio de la familia se encuentra en un barrio residencial de Haubourdin, una pequeña ciudad de 15,000 habitantes a 7 kilómetros al oeste de Lille, gran aglomeración del norte de Francia.
'No se descarta que al menos uno de ellos haya sido asfixiado', precisó el fiscal.
Alrededor de la casa de ladrillo se estableció un impresionante dispositivo de seguridad, constató un periodista de la AFP. Igualmente había en la calle unos 15 vecinos, muchos de ellos con lágrimas en los ojos.
La tragedia familiar fue descubierta gracias a la joven que cuidaba a los pequeños, que al no tener noticias de ellos fue a la casa y llamó a la policía al ver que no recibía respuesta.
Según los investigadores, las muertes ocurrieron el pasado 16 de octubre, día en el que está fechada la carta de despedida.