Cobrar la tarifa real de 9.70 lempiras, precio que aseguran los transportistas debería tener el bus subsidiado, significaría un incremento del 139 por ciento al valor actual de 4 lempiras.
Para los usuarios, quienes absorberían este impacto en sus bolsillos, la simple propuesta es inaceptable, pues deberían pagar 5.70 lempiras más por un servicio deficiente, peligroso y con conductores y cobradores maleducados.
Así lo expresaron decenas de usuarios, quienes descartaron que haya capacidad para pagar semejante costo.
Y es que, ante el incumplimiento del pago de 24 meses de bonos y subsidios por parte del gobierno, los empresarios del rubro han solicitado la aplicación de la tarifa real al usuario y así eliminar el beneficio que cancela el Estado.
En opinión del vocero oficial del gremio, Jorge Lanza, “esta es una medida extrema, pero la falta de seriedad de las autoridades estatales les obliga a presentar la solicitud.
El alcalde capitalino Ricardo Álvarez manifestó que no es justo trasladar la irresponsabilidad de ambos sectores (transportistas y gobierno) a los usuarios, quienes cada día tienen menos capacidad de llevar los alimentos a sus hogares.
Elevadas cifras
Un estudio de Plan de Movilidad Urbana Sostenible, de la Alcaldía, devela que en la capital unos 500 mil capitalinos se movilizan en los 1,125 buses amarillos que registra en servicio activo la Dirección General de Transporte (DGT).
Según el empresario, Jorge Lanza, cada unidad recibe a diario unos 550 lempiras por concepto de subsidios, a esta cifra se suman otros 700 lempiras por concepto de bonos.
Los mismos operadores estiman que cada unidad moviliza un promedio de 480 usuarios a diario.
Este estimación de pasajeros, pagando 4 lempiras por su pasaje, deja un ingreso de 1,920 lempiras a cada unidad, a los que se le suman 1,250 por concepto de bono y subsidio. Al final de la jornada, cada unidad recibe unos 3,170 lempiras diarios.
Esta cifra multiplicada por el total de la flota se eleva a 3.6 millones de lempiras diarios y a unos 94 millones de lempiras mensuales que salen del gobierno y de los bolsillos de los usuarios.
Tarifa real
La ausencia de pago de bonos y subsidios motivó al gremio a solicitar la eliminación del beneficio que el Estado le brinda a los usuarios de la capital.
Es así que los empresarios pretenden lograr un incremento de 5.70 al actual precio de 4.00 lempiras.
Empero, en la opinión de María Elena Hernandez, una usuaria del transporte, el verdadero costo sería de 10 lempiras, ya que a su juicio es una mentira que los operadores van a entregar los 0.30 centavos de cambio.
La idea de aumentar el pasaje a 9.70 fue calificada como una idea descabellada por varios sectores, ya que en ciudades como San Pedro Sula la tarifa es de apenas 6.50 y los recorridos son mayores.
Y es que las ganancias diarias para los transportistas se triplicarían de 2.2 a 5.2 millones de lempiras.
Este importe crecería de forma mensual de 56.2 a 135.2 millones de lempiras, calculados en 26 días laborables.
Entre tanto, al año estas ganancias se triplicarían de 673.92 a 1,623 millones, que saldrían todos los bolsillos de los capitalinos.