Su hija vio venir la muerte y por eso le advirtió: “Vámonos, vámonos, mami”.
Esas fueron las últimas palabras que la maestra Velkin Liduvina Jackson Brooks (46) escuchó de su hija de 17 años cuando dos sujetos se aproximaban hacia el vehículo en que ambas se conducían.
Eran las 6:15 am, a esa hora las calles del barrio San Francisco de El Progreso lucían desoladas, los vecinos relataron que en una esquina próxima a la vivienda de Jackson, observaron a dos sujetos con vestimenta negra y en una motocicleta del mismo color, observaban el panorama, sin imaginarse sus intenciones.
A las 6:30 am, como tradicionalmente lo hacía la mentora para trasladarse a su trabajo de consejera estudiantil en el instituto Patria de La Lima, donde además daba la asignatura de Educación Cívica, le pidió a su hija mayor de 18 años que le abriera el portón de la casa ubicada en la 14 calle sur del referido lugar, al salir la joven uno de los sujetos se fue contra ella y le dijo que le diera todo lo de valor que portaba, la muchacha asustada, salió en veloz carrera y se refugio en una vivienda vecina.
La maestra logró sacar el carro a la calle, un turismo color gris oscuro, en el asiento de atrás la acompañaba su hija de 17 años. “Cuando mi hermana se fue corriendo, vi que el otro hombre se dirigía hacia nosotras, solo le dije vámonos, vamonos, mami, pero me contestó que no podía porque la otra estaba afuera”, recuerda la menor.
Le dispara
Al tener al individuo a pocos metros, Velkin le preguntó qué deseaba, a lo cual no respondía y fue cuando sacó una pistola y disparó contra ella, ya herida en la sien izquierda y como tenía el pie en el acelerador del automotor logró retroceder, hasta donde la siguió su asesino y la remató.
Ya el otro malviviente había regresado y se subieron en la motocicleta y se dieron a la fuga.
Los disparos fueron directamente para la profesional, la menor que estaba atrás salió ilesa. Al escuchar las detonaciones de pistola, los amigos y vecinos de toda una vida en el barrio salieron a darle auxilio, pero su corazón dejó de latir en pocos minutos.
Pese a que el hecho se dio a las 6:30 am, el personal de Medicina Forense del Ministerio Publico llegó a las 9:30 am, tres horas después. El cuerpo de la mentora presentaba cinco heridas de bala. Al momento del levantamiento tenía su cartera y demás pertenencias.
Eso hace presumir a las autoridades policiales que se trata de un crimen por encargo.
Arnulfo Soriano, jefe de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) de El Progreso, dijo que descartan el robo, “hasta el momento desconocemos qué pudo haber llevado a que asesinaran a la maestra, esto parece que fuese un hecho por encargo”.