Una casa de zinc ubicada en la aldea Altos de Santa Rosa, al sur de la capital hondureña, habría sido la última morada del periodista Alfredo Villatoro antes de su asesinato.
La vivienda fue allanada entre la noche del lunes y madrugada del martes por agentes de Inspecciones Oculares de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), fiscales del Ministerio Público, abogados defensores de los sospechosos del secuestro y asesores extranjeros.
Al momento del allanamiento, la vivienda se encontraba deshabitada.
Su interior está compuesto de dos divisiones separadas por un panelit y para su iluminación se le proveyó de un panel solar. En medio de las dos habitaciones yace un baño, el sanitario y un barril con agua. Cada uno de los cubículos dispone de instalaciones eléctricas.
En la entrada, los agentes encontraron una hamaca fabricada con mandeja blanca y una radiograbadora.
En el cuarto del fondo, una cama matrimonial y una colchoneta.
En una de las áreas estaba un paquete de toallas sanitarias y una caja de repelente de insectos en espiral, varias pajillas en su empaque de papel sin abrir y una espátula de cocina. Además, al menos tres tarjetas de chip de una compañía celular.
Los agentes hallaron también en las habitaciones envases de cerveza, los que fueron embalados para realizar estudios de ADN y comparar los resultados con los detenidos.
En el exterior de la casa de zinc, los agentes descubrieron indicios de ropa quemada, que podría pertenecer al malogrado periodista, quien al momento de su muerte vestía un uniforme del escuadrón 'Cobras'.
Las autoridades realizaron también anoche otro allanamiento
en la colonia Lomas de Germania, que fue habitada por los sospechosos que fueron detenidos en Cofradía, Cortés, al norte de Honduras.
Las autoridades policiales no descartaron nuevas allanamientos este martes para buscar más evidencias que liguen a la supuesta banda con el secuestro y asesinato del coordinador de noticias de HRN.
Alfredo Villatoro
fue secuestrado
el 8 de mayo cuando se dirigía a la emisora HRN, donde conducía el noticiero Diario Matutino.
Su muerte se produjo el 15 de mayo, horas después que el presidente de Honduras Porfirio Lobo anunció la existencia de un video
que corroboraba que el comunicador se encontraba con vida.
Como sospechos del secuestro y asesinato, la Policía ha detenido a varias personas. Las primeras, dos hermanas y un primo
a quienes se les vincula con el caso por un cruce de llamadas telefónicas. Posteriormente, la Fiscalía dijo que eran 'cómplices graves', pero no autores del crimen.
Les siguió la banda de la aldea El Cacao, al norte de Honduras.