Tegucigalpa, Honduras.- Las prácticas de corrupción se han vuelto cada vez más recurrentes en las instituciones estatales, según revela un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
El informe Patrones y Tendencias de la Corrupción en Honduras, elaborado por el Observatorio Universitario Nacional de Transparencia y Anticorrupción de Honduras (OUNTAH) indica que en la última década en las instituciones públicas ha persistido el abuso de poder, el debilitamiento de los controles, la malversación de fondos públicos o el nepotismo.
Los académicos mapearon 70 instituciones estatales con diferentes funciones como ser: prestadoras de servicios; las que promueven el desarrollo económico y social; las que gestionan recursos públicos; las que brindan seguridad y protección civil.
Los hallazgos establecen que se identificaron 276 patrones de corrupción, clasificados en 15 tipos, entre ellos: redes de corrupción en la gestión de trámites administrativos; corrupción en la asistencia social; malversación de fondos públicos y lavado de activos para fines políticos, abusos de poder.
Además, de la obstrucción de la transparencia y controles institucionales; corrupción en la gestión de recurso humano, corrupción en la contratación pública, captura institucional por intereses políticos, son algunos de los que se evaluaron.
"Hay una repetición sistémica; esos patrones se siguen repitiendo en una institución hasta varias veces en un solo año, pero también hay una concentración funcional, que es la recurrencia en funciones específicas y que muestran una intencionalidad para asegurar el apropiamiento indebido de recursos y asegurar la impunidad", señaló Kelly Salgado, directora del Observatorio.
Los resultados del estudio indican que las instituciones que prestan servicios a la población es donde hay más patrones de corrupción.
"Al presentarse esos patrones en esas instituciones se da el efecto que la población no recibe la calidad de los servicios que prestan, degradándolos más y más", apuntó la académica.
En las instituciones que manejan programas sociales para el desarrollo se detectó patrones enfocados en el clientelismo político. "Esa asistencia social muchas veces no llega si no es a través del clientelismos", dijo.
También se analizaron patrones de corrupción en instituciones responsables de hacer cumplir la legislación anticorrupción como las de administración de justicia; la de legislación y control político, y las de transparencia y rendición de cuentas.
Las autoridades universitarias expresaron su preocupación ante los persistentes y graves problemas de corrupción que continúan afectando el país.
Mediante un pronunciamiento manifestaron que "la corrupción debilita el Estado de derecho, socava la confianza ciudadana, perpetúa la desigualdad y obstaculiza el desarrollo nacional".
A pocos días que los hondureños elijan a las nuevas autoridades que gobernarán por los próximos cuatro años, la UNAH exhortó al nuevo gobierno que resulte ser electo a asumir con determinación la tarea de combatir la corrupción en todas sus formas.
Garantizando la aplicación efectiva de la ley y la promoción de una cultura de integridad en el servicio público.
Asimismo llamó a las instituciones encargadas de hacer cumplir la Ley Anticorrupción a actuar con independencia, profesionalismo y responsabilidad, "ya que la impunidad ha erosionado la legitimidad del Estado y ha generado un profundo desencanto ciudadano hacia los gobiernos", indican las autoridades.
Agrega que prevenir y combatir la corrupción es una necesidad imperante en el país para reducir la desigualdad y destinar los recursos esenciales a los sectores más vulnerables.