Tegucigalpa, Honduras.- La comunidad hondureña amparada bajo el Estatus de Protección Temporal (TPS) en Estados Unidos enfrenta horas decisivas, marcada por una mezcla de temor, ansiedad y esperanza.
A la espera de un aviso oficial del gobierno estadounidense, líderes migrantes advierten que el futuro de miles de familias podría definirse en cualquier momento, mientras se activan rutas legales, diplomáticas y legislativas.
Juan Flores, presidente de la Fundación 15 de Septiembre, asegura que el anuncio marcará un antes y un después para miles de familias que construyeron una vida digna en suelo estadounidense.
“Estamos contando las horas. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) debe emitir un aviso oficial, lo que sería el equivalente a la Gaceta en Honduras. Mientras no se publique ahí, no hay nada concreto, pero estamos preparados para ambos escenarios”, expresó Flores.
Según el líder hondureño, un fallo negativo no implicaría una deportación inmediata, pero sí marcaría el inicio de una cuenta regresiva de entre 60 y 90 días para que los migrantes busquen alternativas legales, en un contexto cada vez más hostil y limitado.
“El asilo está bloqueado, las peticiones familiares son lentas, lo único que quedaría es la vía judicial, como lo hizo Haití”, explicó Flores, quien pernocta en Washington D. C. a la espera del aviso.
Si bien existe una posibilidad de extensión por seis, 12 o incluso 18 meses, a discreción del secretario de Seguridad Nacional, el contexto es profundamente político.
Flores afirmó que el TPS para Honduras técnicamente ya había sido cancelado desde el 5 de mayo, y que fue la presión de la diáspora y gestiones ante congresistas republicanos lo que impidió que la cancelación se anunciara oficialmente.
“Honduras tiene una peculiaridad, nuestras remesas representan gran parte del Producto Interno Bruto (PIB). Hemos mostrado que somos una herramienta política y estratégica para Estados Unidos. Por eso no nos han dejado solos”, explicó.
Más allá de los aspectos técnicos, Flores retrató la dura realidad de los hondureños amparados por el TPS.
“Hay miedo, hay depresión. Muchos ya recibieron notificaciones laborales. Si el lunes no presentan una prueba de renovación, no podrán seguir trabajando. Hay tepesianos que son asistentes médicos, dentales, petroleros, jubilados, taxistas, son personas nobles, intachables”, refirió sobre los connacionales.
Flores consideró que las autoridades hondureñas no defendieron adecuadamente a sus ciudadanos en el extranjero, ni gestionaron oportunamente la extensión del beneficio, como sí lo hicieron otras naciones.
“No hay un canal oficial de información en Honduras. La comunidad está siendo informada por nosotros, desde Washington. Estamos en contacto directo con congresistas. Es lamentable que desde allá se digan cosas sin conocer la realidad aquí”, expresó.
A pesar de todo, Flores mantiene la fe. “Si el presidente Trump no canceló el TPS el 5 de mayo, fue por algo. Nada es improvisado. Estamos confiando en Dios. Esta comunidad merece esa protección”, concluyó con la voz entrecortada.
Solución
Mientras crece la incertidumbre por el futuro del TPS para Honduras, la organización Alianza Nacional del TPS advierte que su lucha no depende ya de decisiones administrativas del gobierno estadounidense, sino de un plan de acción legal y legislativo para lograr una solución definitiva: la residencia permanente.
Teófilo Martínez, miembro de la Alianza, afirma que no esperan nada confiable del gobierno actual de Estados Unidos.
“Tenemos un presidente que hoy amanece de buenas y mañana de malas. Y casi siempre con la comunidad migrante, amanece de malas”, dijo.
Por eso, desde hace años, trabajan con planes estratégicos anuales, incluso anticipándose al escenario actual, preparando acciones legales y de presión política en caso de cancelación o extensión del TPS.
Una de las principales rutas que contempla la organización es la judicial, en 2017 interpusieron demandas contra cancelaciones previas, y ahora están listos para actuar.
“También podemos hacer presión legislativa, porque en ocho años lo que hemos aprendido es que solo el Congreso y el Senado pueden darnos una solución permanente. El Ejecutivo y el Judicial ya demostraron sus límites”, subrayó Martínez.
Sobre los posibles escenarios que podrían conocerse este fin de semana, Martínez aclaró que la “extensión automática” de seis meses que algunos mencionan no es algo que festejar.
“No es un regalo de nadie, ni lo gana el gobierno de Honduras, ni ninguna organización. Si el TPS se cancela, la ley obliga a dar un tiempo, pueden ser 60 días o seis meses, para que las personas se regularicen o abandonen el país”, dijo.
El dirigente también lamentó la falta de coordinación con las autoridades del gobierno de Honduras, que desde ahora debería de trabajar en conjunto para salir adelante en este delicado tema.
La Alianza ha hecho un llamado a la comunidad migrante a informarse por medios oficiales y evitar caer en rumores.
“Tenemos programas de radio, redes sociales, plataformas activas. Que no se desesperen”, advirtió.
Finalmente, Martínez recordó que muchos tepesianos tienen familiares en Honduras, y que desde allá también puede impulsarse el respaldo a esta lucha.
“No estamos buscando sobrevivir seis meses más. Estamos buscando justicia migratoria. Y la única forma de lograrlo es unidos, con presión política y acción legal bien organizada”, enfatizó.
Sufrimiento
Para William Rodríguez, un tepesiano hondureño que lleva casi tres décadas en los Estados Unidos, es primera vez que se enfrenta a un panorama tan lleno de incertidumbre.
"Nosotros estamos esperando qué pasa, supuestamente nos avisan hasta la otra semana, estamos preocupados. Esperamos más del gobierno en las negociaciones", dijo Rodríguez.
Al mismo tiempo, expresó que espera que el gobierno de Estados Unidos se llene de misericordia y que se dé una ampliación más del beneficio que los ha mantenido desarrollando diferentes actividades en un marco legal.
"Creo que automáticamente se extiende por seis meses más, pero eso no es suficiente para nosotros que hemos construido y llevado una vida acá. Solo estamos esperando qué pasa, esperando las noticias", agregó el tepesiano.
Llamado a la calma
El TPS para los hondureños en Estados Unidos no será cancelado este 5 de julio. Así lo aseguró el vicecanciller de la República, Antonio García, quien explicó que, debido a la ausencia de un anuncio oficial por parte del gobierno estadounidense, la legislación vigente permite una extensión automática de seis meses, por lo que el estatus migratorio de los tepesianos se mantiene intacto hasta el 5 de enero de 2026.
“El TPS es una ley, no un decreto ejecutivo. Y esa ley dice que si no hay anuncio oficial antes de su vencimiento, el beneficio se extiende automáticamente por seis meses más. Eso es lo que ha ocurrido ahora”, indicó García.
El funcionario agregó que esta cláusula, conocida como "by default" en inglés, está diseñada para proteger a los beneficiarios en caso de inacción administrativa, como es el caso actual.
Con esta aclaración, el vicecanciller desmintió versiones que advertían despidos masivos a partir del lunes 7 de julio por supuesta ilegalidad migratoria.
“Eso es totalmente falso. Nadie debe perder su empleo ni entrar en pánico. Hay un artículo claro en la ley del TPS que garantiza esta prórroga”, reiteró.
Según detalló, esta información será compartida oficialmente con los consulados y medios de comunicación en las próximas horas.
Aunque el gobierno hondureño habría preferido una decisión explícita y positiva, García afirmó que el silencio no es necesariamente negativo.
“Estados Unidos no ha tenido problemas para decir ‘no’. Se lo dijo a Venezuela, a Haití, a Sudán del Sur, pero a Honduras no. Ese silencio, aunque inusual, nos favorece por ahora”, explicó García.
De cara al futuro, explicó que la verdadera decisión deberá conocerse 60 días antes del próximo vencimiento, es decir, el 5 de noviembre de 2025.
En ese plazo, las autoridades estadounidenses deben comunicar si se cancelará o se extenderá nuevamente el TPS, la actual extensión automática, según la ley, no puede repetirse indefinidamente, por lo que el margen de maniobra es limitado.
“Obviamente que nos hubiera gustado una decisión positiva, pero créame, prefiero un silencio a una negativa. Hemos pasado por cancelaciones antes, con el presidente Trump, pero luego fuimos a los tribunales y ganamos. Esta vez, el silencio nos abre esa ventana”, sostuvo García.
El vicecanciller también defendió las gestiones que ha realizado el gobierno hondureño ante las autoridades estadounidenses.
“Todo se ha hecho. Hemos trabajado en todos los niveles: presidenta, canciller, vicecanciller, embajada. Hace dos semanas, la presidenta Xiomara Castro conversó directamente con la secretaria de Seguridad, que está en el círculo íntimo de Trump, para explicarle quiénes son los tepesianos y su importancia”, relató.
En ese sentido, aseguró que Estados Unidos reconoce el papel de Honduras como aliado estratégico en materia de seguridad y migración.
“No tienen de qué quejarse. Están satisfechos con nuestra cooperación. Quienes digan lo contrario lo hacen desde la mezquindad política”, declaró.
“El tema sigue vivo. No se ha terminado. Ahora tenemos seis meses más, y hay espacio para seguir trabajando desde lo legal, lo diplomático y lo político”, manifestó el funcionario.