Data

¿A qué velocidad se propaga el covid-19 en Honduras?

La transmisión del covid-19 viene a la baja desde finales de julio, pero el dato puede estar afectado por la cantidad de pruebas PCR
22.08.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El 4 de junio anterior, Delio -el papá de la casa- comenzó con un ardor en la garganta. En cuestión de tres días (el 7 de ese mes), el abuelo también presentó síntomas leves de covid-19: fiebre y tos, ambos leves. El 11, resultó positivo de coronavirus luego de realizarse la prueba PCR.

Un días después (12), Claudia, la hija, perdió el olfato y el gusto, síntomas de la enfermedad. El 15 de junio, la familia, con excepción del abuelo -ya positivo-, decidió someterse a la prueba.

Tres días después recibieron el resultado con un pronóstico predecible: la mayoría daba positivo, a excepción del hijo, Manuel, que pasaba aislado al resto del hogar.

El contagio en casa de los Banegas ilustra la velocidad de transmisión que puede alcanzar el virus del covid-19 y, a su vez, que también tiene freno con medidas certeras.

Lavarse las manos, mantener distancia, usar mascarilla y aislarse pueden marcar la diferencia para que la enfermedad pase de la rapidez de un fórmula uno a la lentitud de una tortuga.

Análisis realizados por la Unidad de Datos de EL HERALDO muestran que el SARS-CoV-2 (nombre oficial del virus) ha disminuido su velocidad de propagación y duplicación en Honduras, pero todavía es inconstante e impredecible.

Vea además: Mapa de la reapertura: ¿en qué fase está tu municipio y tu empresa?

Velocidad de reproducción

El número básico de reproducción (R0) es una de las herramientas que tienen los epidemiólogos para luchar en la guerra contra las enfermedades infecciosas.
En palabras muy básicas, se refiere a la cantidad de personas que puede llegar a contagiar un enfermo inicial.

Es decir, que si un infectado transmite la enfermedad en promedio a sola una persona, este patógeno tiene un R0 de 1.

En caso que la persona con determinado virus lo transmite a otras tres, pues su R0 es -en promedio- de 3.

En este último escenario es cuando una enfermedad se vuelve altamente contagiosa, porque tendrá un crecimiento exponencial.

De una persona a tres, pero de tres a nueve, luego de nueve a 27... y aquí viene la explosión de casos: de 27 a 81, de 81 a 243, de 243 a 729, de 729 a 2,187... ¡2,187! Una cadena de contagios iniciada por una sola persona.

“No se puede hablar de un R0 correcto, lo ideal es que sea menor de 1 porque eso indicaría que la enfermedad va desapareciendo”, explicó la epidemióloga Sandra Araujo.

En el caso del virus del covid-19, un equipo del Imperial College calcula que el R0 está entre 1.5 y 3.5. Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que es de 1.4 a 2.5.

Debido a la lentitud para detectar infectados, Honduras no tiene propiamente una curva exponencial de casos, sino de los que logra confirmar mediante PCR. El siguiente gráfico ilustra en la línea gris cómo habría crecido el covid-19 con un comportamiento normal.

A estas alturas hemos llegado a la conclusión que el R0 no es un número estático, sino dinámico acorde a las circunstancias.

“La desaceleración es un punto a favor, porque no es lo mismo que 10 personas se infectende un momento a otro, a que solo uno. La desaceleración permite que los infectados vayan llegando gradualmente a los hospitales”, explicó Mario Mejía, coordinador de la Unidad de Epidemiología del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager).

El R0 al que hacen referencia los estudios plantea escenarios sin control, donde la movilidad y el contacto son dinámicos y las medidas de bioseguridad mínimas, pero se pueda bajar con acciones de protección.

Al 20 de agosto, Honduras reportaba una tasa de reproducción del virus del 0.8

De interés: Tegucigalpa, ¿hay casos de coronavirus en tu colonia?

Impredecible

La Unidad de Datos de EL HERALDO hizo un ejercicio básico para calcular el R0 diario: dividir el número de casos nuevos de un día entre el número de casos nuevos de la fecha anterior.

Este es un resultado alejado al que se obtendría con más variables sumadas a la fórmula, pero da pie a analizar el comportamiento de la enfermedad.

Aunque la velocidad ha bajado notablemente desde finales de julio y hay días que se mantiene debajo de 1, todavía tiene un ritmo impredecible.

Los resultados están plasmados en el primer gráfico. En un escenario ideal, la línea tendría que bajar de forma progresiva (poco a poco), al responder a las medidas del gobierno y la sociedad, aunque ciertos días tendría picos o caídas (algo normal).

No obstante, no debería presentar altibajos tan constantes, sino que ser determinante. ¿Cómo explicar este comportamiento de los últimos meses que nos recuerda a una frecuencia cardíaca?

La reducción de las pruebas aplicadas en agosto no es la única explicación. “Son una serie de factores, el índice de positividad de las últimas semanas ha disminuido, el incremento en los casos ha tenido una desaceleración y definitivamente hay una relación con el número de muestras tomadas”, explicó Araujo.

Por su parte, el coordinador de la Unidad de Epidemiología de Sinager agrega más datos: “Los cambios de velocidades pueden ser por los factores propios del virus”.

“También pueden ser por los factores que son propios de la persona, de la población, entre ellos las medidas de bioseguridad y de higiene”, amplió el experto.

Ante un patógeno reciente y desconocido todavía, ninguna teoría se descarta: “también por las condiciones climatológicas, aunque aún está en estudio”.

Lea además: Así avanza la curva del coronavirus en cada departamento

Duplicación

La OMS se dio cuenta que el R0 no puede ser el único indicador para monitorear el estado de la pandemia, hay que debatir otros. Ese análisis se realizó como insumo para decidir si una región flexibiliza o no la cuarentena.

Uno de esos indicadores a tomar en cuenta es el tiempo de duplicación, es decir, los días en que tarda la enfermedad en doblar la cantidad de casos iniciales.

Mientras más días se tarde en duplicarse la población de contagiados, se alivian los hospitales y hay más tiempo para responder.

La Unidad de Datos de EL HERALDO también analizó la tasa de duplicación para Honduras con base en la cantidad de casos del último día de la semana anterior para mayor rigor.

El segundo gráfico muestra los resultados. A simple vista se refleja que la enfermedad se duplicaba más rápido en marzo (mes inicial de la pandemia en Honduras), la primera quincena de mayo (cuando se aplicaron más pruebas) y la segunda quincena de junio (se intensificaron los test PCR).

Al igual que el anterior gráfico, esta visualización presenta mucha inconsistencia, principalmente en agosto.

Es muy atípico tener días como el 12 de agosto, cuando el tiempo de duplicación era de 132 días, para que el 19 de agosto ese dato sea de 58 días. El dato del 20 de agosto era de 63 días de duplicación.

Otra vez viene el fantasma de las pruebas como causa por esos datos sin patrón claro.
Los calculos de la Unidad de Datos de EL HERALDO se procesan para cada semana, a fin de tener una mirada más cercana a la pandemia en el tiempo.

En todo caso, algunos expertos ven con buenos ojos que la tasa de duplicación sea mayor a 30 días para seguir con el desconfinamiento.

De interés: Mapa del covid en Honduras: ¿Cuáles son los municipios más afectados?

Un análisis del Imperial College de Reino Unido en conjunto con la OMS, publicado en junio (puede consultarlo aquí), halló relación entre el confinamiento y la variación en la transmisión del covid-19 en 53 países.

Incluso, daba esperanza en que se podía seguir con la desescalada y mantener controlada la enfermedad, a juzgar los resultados de 10 países. Por supuesto, el escenario que busca Honduras con la reapertura económica.

Sin embargo, “la reducción gradual de las restricciones debe ir acompañada de intervenciones alternativas, como el rastreo de contactos eficiente”, aclara el informe.

Casi todas las investigaciones concluyen así: no confiarse de un virus con comportamiento impredecible.

Tags: