Honduras

¿Aplican los hondureños medidas de bioseguridad en la casa ante el coronavirus?

La falta de conciencia en la población y la tardanza en dar los resultados de las pruebas de covid-19 condicionan el accionar de cada persona en su hogar
06.07.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La pandemia del nuevo coronavirus (covid-19) ha provocado que en la mayoría de hogares del país se tomen medidas de bioseguridad al momento de regresar del trabajo o de las respectivas compras del hogar.

De acuerdo con un estudio realizado en mayo por el Instituto de Investigación Económica y Social (IIES) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), en el 99.7% de los hogares se aplican las correspondientes medidas de bioseguridad para salvaguardar la salud de las personas que ahí viven.

Los protocolos sanitarios aplicados en cada casa van desde los más básicos como el lavado de manos y el uso de gel antibacterial hasta los más drásticos como la desinfección de objetos y superficies rociando alcohol o agua con cloro.

El director del IIES, Ricardo Matamoros, explicó que al momento de aplicar una encuesta a los estudiantes de la máxima casa de estudios decidieron segmentar a la población en tres grupos: menores de 15 años, personas entre 15 a 60 y adultos mayores.

Matamoros resaltó la importancia de reflejar a estos dos grupos debido a que son los que corren mayor riesgo ante la crisis sanitaria en Honduras.

A raíz de esto el estudio muestra que las poblaciones menores de 15 años y las mayores de 60 son quienes en una menor medida implementan las medidas de protección ante la enfermedad.

De acuerdo con el informe presentado por el IIES, solamente el 33.96% (es decir uno de cada tres) de los hogares en donde vive al menos una persona mayor de 60 años aplica medidas de bioseguridad, mostrando una realidad alarmante, pues los individuos de la tercera edad tienen un alto riesgo ante la pandemia del coronavirus.



De acuerdo con Manuel Sierra, epidemiólogo de la UNAH, esto se debe a que las personas de la tercera edad a veces no toman conciencia del peligro que representa la situación y la disponibilidad de un lugar dentro de sus hogares en el que puedan permanecer aislados, además de poder contar con una persona que le ayude con la compra de alimentos, insumos médicos y demás diligencias.

Asimismo, Sierra señaló que en Estados Unidos y Europa se ha comprobado que las personas jóvenes son quienes han llevado la infección a los adultos mayores producto de salidas irresponsables y de incumplir con los protocolos de bioseguridad.

El mismo caso sucede con los jóvenes de 15 años, a los cuales a criterio de Sierra tanto la sociedad como el Estado no han dirigido su atención hacia este grupo para desarrollar estrategias de prevención con ellos, sugiriendo que la Secretaría de Educación, la UNAH y la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) desarrollen campañas en los medios televisivos para que estos puedan continuar con sus estudios a modo de evitar que salgan de sus casas.

Desobediencia y dificultades

Hay familias que se han tomado al pie de la letra las recomendaciones. “Desinfecto todo lo que viene de afuera, lo que está en el hogar no porque aquí no salimos, solamente sale una persona y en este caso soy yo, entonces los demás como no salen sabemos que no están en riesgo y el único que lava o toca lo que viene de fuera soy yo”, detalló Romel Espinal, residente en Tegucigalpa, a EL HERALDO.

Sin embargo, a pesar del alto porcentaje de personas que indicaron que aplican medidas de bioseguridad en sus hogares en el estudio del IIES o que emulan a la familia de Romel, hay un factor que condiciona considerablemente la aplicación de estas: la evidente desigualdad socioeconómica que se refleja en la población hondureña.

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Ricardo Matamoros señaló que debido a que en la UNAH se puede encontrar una diversidad de personas de todos los estratos socioeconómicos en los 18 departamentos de Honduras, se concentran estudiantes de los principales centros económicos del país para así poder hacer una comparabilidad con otros estudios.

A criterio del epidemiólogo Manuel Sierra, se debe considerar las diferencias abismales que existen entre los países de Europa y Asia con respecto a Honduras con respecto a la situación social y económica que vive el país.

Sierra ha cuestionado en reiteradas ocasiones a la Secretaría de Salud por el manejo diagnósticos tardíos (falta de pruebas, por ejemplo) y los pacientes domiciliarios.

En el caso de las pruebas el epidemiólogo señala que los resultados demoran hasta 7 o 14 días, siendo la falta de un diagnóstico certero un factor que condiciona a la población para tomar las medidas adecuadas.

Esto se debe a que en caso de haber un caso positivo de coronavirus en los domicilios debe prepararse un área para que la persona enferma continúe con su recuperación, algo que es difícil debido a la tardanza en entregar los resultados de las pruebas.

De igual manera, Sierra apuntó que la Secretaría de Salud debe garantizar que tanto la persona infectada y la que la va a cuidar dispongan al menos de dos mascarillas desechables diarias para ambas y que el cuidador disponga de tres pares de guantes desechables a diario y además de monitorear durante 14 días por la vía telefónica el estado de salud del paciente.

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Sierra manifestó que la mayoría de casos de covid-19 se encuentran en los barrios marginales de las ciudades más importantes de Honduras, ya que en estos hogares hay espacios en donde hasta una familia entera duerme en una misma habitación.

Muchas de estas viviendas comparten espacios en común con otras y aquí llegan a interactuar con otros vecinos, apuntando que esta es la mayor causa de transmisión comunitaria del virus.

Cuidados al volver a casa

El galeno indicó que durante las últimas ocho semanas se ha visto un alarmante incremento de la transmisión comunitaria del coronavirus en las principales ciudades de Honduras, por lo que al momento de salir a hacer compras o cualquier otra diligencia personal se debe considerar a toda persona como sospechosa de ser portadora del virus hasta que se demuestre lo contrario.

Ante esta situación, la población hondureña debe tomar las precauciones necesarias, tales como utilizar ropa cerrada, uso obligatorio de mascarillas y salir solamente en caso de ser necesario, evitando ir a exponerse innecesariamente para proteger a cada persona que vive en el hogar.

Asímismo, Sierra sugirió que al momento de regresar a sus viviendas los que ahí viven deben de establecer un protocolo de bioseguridad, como puede ser quitarse la ropa en cuanto llegan e inmediatamente ir a tomar un baño con abundante agua y jabón, además de lavar pronto las prendas que llevaban puestas al momento de salir.

Del mismo modo, el epidemiólogo indicó que todo objeto que provenga fuera del entorno del hogar debe ser tomado como potencialmente infeccioso, ya que se desconoce si las personas que manipularon previamente estos son portadoras del virus, por lo que estos deben de ser debidamente desinfectados.

Manuel Sierra recalcó que es en los barrios y colonias marginales donde menos se cumplen con las correspondientes medidas de seguridad, ya que en estos lugares se aprecia que los jóvenes salen a menudo a reunirse a platicar con amigos y conocidos a pesar del alto riesgo de contagiarse del covid-19.

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Otro problema que hay que resaltar en esta crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus es que el más mínimo descuido puede tener como consecuencia contagiarse de la enfermedad por el mismo hecho de que el covid-19 anda esparcido por varios lugares.

A forma de conclusión, Sierra declaró que la sociedad hondureña se encuentra permeada y consciente sobre la situación, pero el problema es enfrentarse a adversidades como la dependencia económica que muchos tienen sobre el comercio informal: muchas personas dependen de las ganancias del día a día y por ende tienen que salir a trabajar a pesar del riesgo de contagiarse.

Otro problema que enfrenta la población hondureña son los desproporcionados precios de las mascarillas, el gel de manos y productos desinfectantes, algo que sin duda ha mermado el hecho de que en los hogares se puedan establecer las medidas de bioseguridad necesarias.

Sierra subrayó que la sociedad hondureña es consciente de la amenaza que representa el covid-19 pero hay serios impedimentos económicos que dificultan la prevención de la enfermedad a lo interno de cada hogar.