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Sandro Rosell renuncia a la presidencia del Barça

'No quiero que un ataque injusto afecte negativamente a la imagen del club y por eso creo que mi etapa en el club ha terminado', afirmó en rueda de prensa.

23.01.2014

El presidente del Barcelona, Sandro Rosell, que dimitió este jueves de su cargo a raíz del 'caso Neymar', vio como el fichaje estrella en sus tres años y medio al frente del Barça se convertía paradójicamente en la causa de su fin al frente del club azulgrana.

Este hombre de negocios, de 49 años y licenciado en empresariales, había llegado a la presidencia del Barcelona en junio de 2010 con la aureola de ser el mandatario más votado de la historia del club.

'A partir de hoy estoy a vuestro servicio para hacer del Barça el reflejo de algo que todos los clubes querrían ser', dijo en su toma de posesión como sucesor de Joan Laporta.

Aquel flamante presidente azulgrana, más austero que su predecesor, se impuso como meta reducir la deuda del club, para lo que tomó algunas duras decisiones como la firma de un patrocinio, primero con Qatar Foundation y luego Qatar Airways, rompiendo la tradición azulgrana de no poner publicidad en su camiseta.

'Tenemos una deuda muy elevada a todos los niveles, de más de 400 millones de euros', afirmaba Rosell en 2010, tras llegar a la presidencia del club. En la última asamblea de socios de octubre reiteraba que los objetivos eran 'mantener la excelencia deportiva y reducir la deuda por debajo de los 200 millones'.

Rosell, que comenzó su carrera profesional en el Departamento de Exportación de los perfumes Myrurgia, antes de incorporarse al departamento de marketing internacional de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, aseguró que su nombramiento como presidente azulgrana fue uno de los más importantes de su vida.

Tras el fin de los Juegos Olímpicos, Rosell se incorporó a la empresa de marketing deportivo suiza ISL, antes de pasar a la multinacional de prendas deportivas Nike, que lo envió en 1999 a Río de Janeiro como gerente de marketing de la marca estadounidense en Latinoamérica.

Durante su desempeño en el país sudamericano, Rosell entabló buenas relaciones y adquirió amplios conocimientos del mundo del fútbol brasileño, que fueron clave, según muchos, para el fichaje de dos de las principales figuras azulgranas de los últimos tiempos, Ronaldinho y más recientmente Neymar.

A su vuelta a España en 2002, Rosell fundó la empresa de marketing deportivo Bonus Sport Marketing (BSM) y se presentó a las elecciones del Barcelona, en la nómina de Joan Laporta, que se convirtió en el nuevo presidente azulgrana.

Vicepresidente cercano a Laporta, fue el artífice de uno de los principales fichajes del Barcelona, el brasileño Ronaldinho, pero en 2005, desavenencias con el presidente le llevaron a dimitir y convertirse en un feroz adversario de Laporta.

Rosell, que también fue sorteando las sospechas que recaían sobre él por sus negocios en Brasil, en casos que están siendo investigados por los tribunales, tuvo que esperar cinco años para llegar a ser máximo mandatario del Barcelona, cargo que inició con algunas decisiones polémicas.

Retiró la condición de presidente honorífico del Barça al exfutbolista y entrenador azulgrana Johan Cruyff, al tiempo que denunció la gestión de la anterior directiva.

La imagen de Rosell sufrió otro duro golpe con la salida del técnico Pep Guardiola en 2012, artífice de una etapa dorada del Barça con dos Ligas de Campeones, dos Mundiales de Clubes, dos Supercopas de Europa, tres Ligas españolas y dos Copas del Rey.

La última gran decisión de Rosell fue la de acometer la construcción de un nuevo estadio Camp Nou aprovechando la estructura del actual, pero la admisión a trámite, este mismo miércoles, de la querella presentada por un socio del Barça por el fichaje de Neymar le obligará a pasar esta iniciativa a su sucesor, Josep Maria Bertomeu.