Los libros electrónicos y las tabletas informáticas amenazan con volver obsoleto el papel y la tinta para editar libros, revistas y periódicos, cuyos lectores están cada vez más acostumbrados a leer en pantalla todos los géneros, desde noticias a novelas.
'Es solo cuestión de tiempo para que dejemos de destruir árboles y que todas las publicaciones pasen a ser digitales', dijo Tim Bajarin, analista de la consultoría Creative Strategies.
El gigante de ventas en línea al por menor Amazon popularizó los libros electrónicos con sus dispositivos Kindle, y Apple despertó con sus tabletas una demanda insaciable por contenido digital, que va desde películas hasta revistas y libros.
El crecimiento del mercado de los libros electrónicos y las tabletas impulsará los ingresos anuales de los libros digitales a 9,700 millones de dólares para 2016, más del triple de los 3,200 millones previstos para este año, según un informe de Juniper Research.
Encuesta
Los lectores están mostrando una mayor fidelidad a los libros digitales, de acuerdo con una encuesta del Grupo de Estudio de la Industria del Libro (BISG, por su sigla en inglés). Casi la mitad de los compradores de libros impresos respondieron que dejarían de comprar la versión impresa de su autor favorito si consiguen la versión digital en un plazo de tres meses tras la publicación en papel.
'El mercado de libros electrónicos se está desarrollando muy rápido, con cambios en la actitud y comportamiento de los consumidores en cuestión de meses en lugar de años', dijo la subdirectora ejecutiva de BISG, Angela Bole. Las reticencias a la lectura de libros electrónicos están disminuyendo y lo que las personas desean son precios más bajos para los dispositivos, según la encuesta. La tenencia de un libro electrónico o 'e-book' tendió a aumentar la cantidad de dinero invertida en títulos, algo que BISG describió como una señal prometedora para los editores.
Según los analistas, para periódicos y revistas la situación es diferente. Para los primeros, la era del papel y la tinta está en vías de extinción, pero para los segundos será necesario encontrar un equilibrio entre la versión impresa y la digital.
Los periódicos gastan mucho dinero en impresión y distribución de sus ediciones diarias, que no pueden actualizarse tan rápido como en Internet. La publicidad, en tanto, se ha ido volcando a lo digital, donde puede dirigirse mejor a su público y los anunciantes pagan cuando la gente realmente hace clic en sus avisos. Este año todos los periódicos, grandes y pequeños, mejoraron sus sitios web para teléfonos celulares e invirtieron en aplicaciones para tener sus publicaciones en tabletas.