Tegucigalpa, Honduras.- El caos vehicular regresó con fuerza al Distrito Central tras el feriado de la Semana Morazánica, poniendo fin a varios días de tránsito fluido en la capital hondureña.
Durante la semana de descanso, los capitalinos disfrutaron de calles despejadas y un inusual silencio en los puntos tradicionalmente conflictivos. Sin embargo, el alivio fue temporal. Con el retorno de clases, universidades y oficinas, el tráfico volvió a colapsar gran parte de las principales vías.
“Lunes de tráfico”, “tan lindo que era estar sin tráfico” y “volvimos a la rutina de siempre”, fueron algunos de los comentarios más frecuentes entre los conductores, quienes manifestaron su frustración ante las largas filas registradas desde las primeras horas del día.
Los bulevares Suyapa y Fuerzas Armadas, el anillo periférico y las carreteras hacia el sur y oriente del país se convirtieron nuevamente en zonas de tránsito lento y pesado, especialmente entre las 6:00 y 9:00 de la mañana y las 3:00 y 5:00 de la tarde, los horarios de mayor circulación.
Además, las áreas donde la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC) ejecuta obras de alivio vial también presentaron congestión, generando demoras adicionales para los automovilistas.
Aunque la Policía de Tránsito mantiene presencia en varios puntos estratégicos, los capitalinos continúan señalando la necesidad de mejor planificación vial y control del flujo vehicular para evitar colapsos diarios en la ciudad.
En Mateo, por ejemplo, donde se construye el puente elevado “Papa Francisco”, los embotellamientos no dieron tregua y atraparon a una enorme fila de vehículos que intentaba llegar a sus destinos.
Lo mismo ocurrió en el bulevar Suyapa, lugar en el que se ejecuta un túnel de 150 metros de longitud y entre 5 y 6 metros de ancho.
El Álamo, Miraflores y Las Casitas, tres zonas donde se realizan trabajos de rehabilitación vial, no fueron la excepción y regresaron al sufrimiento que representan los tráficos viales.
Esta situación no solo implica desesperación y pérdida de tiempo para los conductores, sino también altos gastos de combustibles, que para muchos, especialmente para el sector transporte, es cada vez menos rentable.
Los embotellamientos podrían empeorar este martes, ya que muchas escuelas bilingües y privadas retoman clases, es decir que, se sumarán a la enorme cadena de vehículos que circula por el municipio.