Tegucigalpa

Familias de Protección Temporal, un destello de amor a menores en riesgo

A la fecha, en el Distrito Central hay un total de veinte niñas entre 0 a 6 años ubicadas en 13 familias bajo la autorización de la Dinaf. A futuro buscarán incluir a menores de todas las edades en ese programa gratuito
30.04.2022

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Desde que abandonó el vientre materno, su delicada piel no fue receptora del cálido amor que a través de un beso una madre suele transmitir.

Diferentes brazos lo cargaron durante sus dos primeros meses de vida. La confusión en el pequeño por no reconocer a su verdadero núcleo familiar se reflejaba en su desconfiado y huraño mirar.

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Su gestación se fraguó entre dos seres que se desligaron de responsabilidad y que hasta ahora es incierto que puedan reivindicar sus acciones y recuperar a ese angelito terrenal. Esa es la realidad a la que se enfrentó “Ángel” (seudónimo), uno de los cientos de menores cuya desprotección y vulnerabilidad los lleva a ser custodiados por la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf). Pero un mes atrás, una esperanza de amor personificada en dos comprometidos padres llegó a la vida del menor gracias al programa Familias de Protección Temporal (FPT).

¿Qué son las FPT?

Es una familia que de forma voluntaria apoya a la Dinaf en el cuidado temporal de menores de edad entre 0 a 6 años de edad cuya condición sea de riesgo o vulneración de sus derechos. Este programa que se puso en marcha en el año 2019 tiene como objetivo crear en los niños vínculos seguros y estables a través de la convivencia familiar de la que fueron privados por sus progenitores biológicos.

Dos jóvenes capitalinos, quienes decidieron obviar sus nombres y el de su nuevo bebé -“Ángel”- por términos de confidencialidad del programa, relataron a EL HERALDO que no fue una condición de infertilidad el factor que los llevó a convertirse en una familia de protección temporal.

“Fue una necesidad por querer ayudar a la niñez desprotegida lo que nos motivó”, dijo el padre temporal de “Ángel” al tiempo que agregó que tienen dos hijos biológicos de tres y siete años de edad. Una evidente emoción se desbordaba en cada una de las palabras que los voluntarios pronunciaban al referirse a su nuevo hijo, quien solo permanecerá bajo su cuidado en un término menor a un año. Es precisamente esa la particularidad del programa, explicó Cristhian Ordóñez, técnico regional de manejo y seguimiento de casos de familias de adopción temporal del Dinaf. “Esto no es una adopción, es un programa temporal y al cumplir el tiempo otorgado los menores retornan a Dinaf, o a sus familias consanguíneas”, dijo Ordóñez.

En el país hay cinco organizaciones que sirven de enlace con Dinaf para evaluar a los padres solicitantes, de ellas solo dos funcionan en el Distrito Central. Una de ellas es La Promesa de Honduras y la segunda es la Asociación Centro Integral Fe, Esperanza y Amor (ACIFEA), ubicada en la colonia Reynel Fúnez, quienes abrieron las puertas a este rotativo para ahondar más en el rol que desempeñan como brazo solidario del Dinaf.

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Isaac Bonilla y Olga Velázquez son los fundadores de ACIFEA. Una niñez con dificultades y carente de un núcleo familiar llevó a esta pareja a crear esa casa hogar. En ella viven 14 niñas entre 4 a 18 años de edad, más seis voluntarias, quienes crecieron en ese espacio, pero que ya sobrepasaron la mayoría de edad. ACIFEA solo acoge a niñas, una decisión que sus fundadores tomaron al poco tiempo de iniciar con la fundación. Las menores no aplican al programa FPT porque ya pertenecen a la medida de protección residente, que hace referencia a estos centros sin fines de lucro que ayudan a menores, tal y como lo hace ACIFEA.

Para que una pareja aplique al programa debe pasar por una entrevista inicial, evaluación psicológica, social y económica, y participar en unos talleres, el tiempo del proceso varía según la disponibilidad de los postulantes, destacó Cheryl García, trabajadora social de ACIFEA, quienes ya han evaluado a cuatro familias capitalinas; tres de ellas están acreditadas y una fue descartada por no reunir los requisitos establecidos. El procedimiento de acreditación de una familia postulante es de 40 días hábiles como máximo. No obstante hay algunos que pueden extenderse hasta cuatro meses.

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