TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los ojos de doña Silvia Sánchez denotan cansancio tras no poder dormir en los últimos cuatros días por las lluvias que han caído en la capital.
No es para menos, ella tiene su casa frente a la falla geológica de la colonia El Reparto por Arriba y desde hace dos años su vivienda se ha tapizado de grietas producto del fenómeno natural.
“Solo con estas lluvias ya hay movimientos de tierra; ya se me hizo una grieta más en las paredes; ya son incontables las aberturas”, lamentó Sánchez, quien desde hace 26 años habita en la colonia y lo único que pide es ser reubicada a un lugar seguro. La señora de 50 años es una de los más de 200 mil capitalinos que se ubican en una zona de riesgos naturales y con la llegada de la temporada de invierno corren más peligro.
Año tras año, el inicio de la época lluviosa se traduce en una fuerte amenaza de inundaciones en la vulnerable capital.
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EL HERALDO consultó al geólogo del Instituto Hondureño de Ciencias de la Tierra de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Maynor Ruiz, sobre la susceptibilidad que tiene la ciudad durante el invierno.
Ruiz considera que la susceptibilidad de inundaciones y de movimientos en masas en la capital son presa de un mal manejo de las aguas lluvias y de las escasas obras para reducir esta vulnerabilidad.
También señaló que aún existen zonas que son susceptibles a deslizamientos y siguen habitadas, lo que significa que no se ha avanzado en este tema de reducción de riesgos.
A criterio del geólogo hay dos formas para reducir estos tipos de riesgo.
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Uno de ellos son estructurales, obras civiles que ayudan a reducir los riesgos naturales.
Y las no estructurales son los tomadores de decisiones, como prohibir que sean habitadas las riberas de los ríos o zonas identificadas como deslizamientos.
Al igual enfatizó que en los últimos seis años no ha visto cambios sustanciales en el tema de inundaciones y deslizamientos, porque siempre son los mismos lugares.
Aunque destaca los trabajos del embaulado de la quebrada El Sapo y algunos alineamientos en el cauce del río Choluteca.
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Para el exdecano de la Facultad de Ciencias de la UNAH, Nabil Kawas, manifestó que han existido algunos avances en ciertas zonas, pero sigue la problemática de la basura, que al no recogerse de la manera correcta se agrupa y con los aguaceros intensos hay estancamientos que provocan inundaciones en las colonias de las zonas baja.
“Es un problema de todos los años, un problema humano, propio del capitalino, que si no aprendemos a mantener limpias nuestras calles y conductos vamos a tener las mismas inundaciones en las zonas bajas de Tegucigalpa”, dijo.
Kawas cree que también se debe de tratar de mantener en sus puestos a los técnicos que han sido formados y capacitados en estos temas de gestión de riesgo con el fin de ejecutar acciones que busquen minimizar el problema de los deslizamientos e inundaciones.
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EL HERALDO intentó obtener por llamada telefónica la versión del Comité de Emergencia Municipal (Codem) pero no obtuvo respuesta.
A criterio del jefe de meteorología de Cenaos, Francisco Argeñal, para que la capital presente problemas de inundación solo basta que lluevan 20 milímetros por 20 minutos.
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