Con la misma celeridad con que se aprobó el contrato de los 100 megavatios de energía, el diputado Erick Amador exige al Congreso Nacional que apruebe su proyecto de ley encaminado a proteger la vida de los niños.
El parlamentario reaccionó indignado ante el cero interés que se le ha dado en 11 meses y medio a su iniciativa, que ni siquiera ha sido sometida a la comisión de dictamen, muchos menos ha sido discutida.
La iniciativa busca que se reforme el artículo 96 del Código de la Niñez y de la Adolescencia, y que aparte de prohibir el uso de la pólvora, se castigue con cinco años de cárcel a aquel padre de familia que ponga este material en manos de sus hijos.
'Yo esperaría que los proyectos que presentamos corrieran la misma suerte que estos (de los 100 megas) que han sido aprobados en tres días. Hago un llamado enérgico al Congreso para que apruebe esta ley que beneficia a todos los hondureños', afirmó.
El diputado insistió que se deben endurecer las sanciones a fin de evitar que más niños hondureños queden marcados en sus cuerpos o pierdan sus manos, dedos o testículos, por culpa de la quema de pólvora en Navidad y Año Nuevo.
'Para mí, poner un mortero o un cohete en las manitas de un niño inocente es lo mismo que ponerle una pistola y esa irresponsabilidad tiene que ser castigada con cárcel', explicó.
El beneficio
Sin perder de vista el drama personal y familiar que una tragedia de estas significa, Amador justificó su petición en el millonario costo que para el Estado representa la atención de un menor quemado.
Informó que en cada caso, el Gobierno invierte 300 mil lempiras en el proceso de curación, cirugía y rehabilitación.
Este lunes se retoman las sesiones en el Legislativo, y Amador anunció que exigirá que el proyecto se desengavete y se desempolve para que este mismo año entre en vigencia.
'Nunca deben ser más importante los intereses personales o de grupos que la vida de los niños. Exigiré que se tome en cuenta en las agendas de esta legislatura', sentenció.
Precisó que presentará en esta semana una manifestación para que en el pleno del hemiciclo se retome un proyecto de ley que, de ser aprobado, hará pensar dos veces a una persona antes de darle pólvora a un niño.
Además servirá para que el Estado deje de derogar millones de lempiras anuales para financiar los tratamientos hospitalarios de niños quemados.