Tegucigalpa, Honduras.- Baches y polvo es lo único que se observa en la arteria vial que conecta el sector de Lomas de Toncontín con la colonia Villeda Morales, en la zona sur de la capital, donde vecinos denuncian un lento avance en la obra vial.
“Vienen una semana y desaparecen tres”, reclaman los pobladores, quienes aseguran que llevan meses soportando las incomodidades sin ver resultados concretos.
Hace tres meses, Octavio Pineda, titular de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT), anunció el inicio de la reconstrucción del tramo carretero.
“Avanza el proyecto del tramo carretero de Lomas de Toncontín a la Villeda Morales. La SIT tiene como propósito dejar el tramo reconstruido y en perfecto estado, para mejorar el tránsito y darle seguridad a todos los habitantes de la zona”, declaró Pineda hace más de dos meses.
Aunque las obras sí comenzaron, algunos vecinos han mostrado su descontento por el poco avance que ha registrado. La maquinaria pesada empeora el tránsito vehicular, especialmente, en horas pico.
“En esta calle de Lomas de Toncontín hacia la Villeda Morales, empiezan una semana y desaparecen tres semanas, así sucesivamente”, lamentó Andrea García, vecina del lugar.
La ciudadana aseguró que “si no fuera por las personas que tiran tierra en los baches que se forman en espera de reparación, las calles estarían peor”.
Muchos de los vecinos que transitan a diario por la zona, se han unido para rellenar con tierra los grandes orificios que se han formado en la vía, no obstante, solo es una medida paliativa.
Cada vez que pasa un vehículo, todo ese polvo se levanta y deja al descubierto los grandes baches. En consecuencia, se termina obstaculizando la visibilidad de los conductores y los obliga a viajar con las ventanas cerradas.
Rafael Parada, otro residente de la zona, cuestionó el progreso del proyecto: “Ya pasó más de un mes y aún no pasan del primer tramo. Esa calle está destrozada”.
EL HERALDO constató en un recorrido que efectivamente, solo se han realizado trabajos de balastro en un primer tramo, el resto de la calle sigue deteriorada.
Según la SIT, la obra contempla entre seis y siete kilómetros de pavimentación, con una inversión que supera los 34 millones de lempiras.
Los pobladores demandan mayor celeridad en la obra, ya que es una necesidad que han exigido desde hace muchos años.