Tegucigalpa, Honduras.-El intenso tráfico en el bulevar Suyapa volvió a desatar malestar entre conductores y pasajeros.
Un recorrido que normalmente debería tomar entre 20 y 25 minutos se extendió hasta una hora, afectando la movilidad y elevando el gasto de combustible.
“En este bulevar Fuerzas Armadas se le va todo el combustible a uno, salí hace 20 minutos del Metro Mall y no he pasado ni por el puente del Central”, lamentó en tono molesto, un taxista que intentaba llevar a sus pasajeros hasta sus casas, pero el enorme tráfico se lo impedía.
Esta situación no solo afecta la movilidad efectiva de la población, sino también su economía, pues el gasto de combustible se dispara a niveles que, para muchos, es insostenible.
“Con ese tráfico que hay, porque se moviliza usted a cualquier zona y está aquello que no se mueve, yo creo que el gasto de combustible se podría estar incrementando en un 25 o 30% de lo que normalmente gasta”, consideró Liliana Castillo, expresidenta del Colegio Hondureño de Economistas.
Sin embargo, explicó que “en las horas pico, yo creo que sí se puede duplicar el coste, porque los carros se quedan parados y sin avanzar por largo tiempo”.
Para Castillo, existen dos grandes problemas que están haciendo colapsar la capital, el primero es la gran cantidad de proyectos viales implementados por la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC) y la saturación de vehículos.
“Hay demasiados carros en la capital. Mucha gente compra su carrito, aunque sea viejo, por la inseguridad, no se suben al transporte público, sobre todo las mujeres porque nos asaltan”, aseguró.
Julio Quiñonez, vocero de Riesgo, Desastres y Movilidad Urbana del Distrito Central, afirmó que el mayor provocador de tráfico en la ciudad es el exceso de vehículos.
Por la capital circulan más de 800,000 vehículos, sin embargo, su infraestructura vial solo tiene capacidad para 250,000, es decir, el triple de lo que corresponde.
La ciudad, los conductores regulares y el sector transporte están al borde del colapso y las medidas que se aplican por parte de las autoridades, parecen no dar resultado alguno.
Testimonios
Los que trabajan como taxis privados, también están sufriendo las repercusiones del tráfico. Algunos incluso creen que, si la situación no mejora, en unos pocos meses o años, el trabajo ya no será rentable.
“Afecta demasiado el tráfico, una carrera de 20 minutos se vuelve una carrera de una hora y media, estamos hablando de tres cuatro veces más del tiempo que se tiene que gastar”, lamentó Cesar Aguilar, quien trabaja como taxi privado.
Agregó que, en trayectos cortos “se van hasta dos galones de combustible, porque en tráfico lento, se gasta mucho más combustible del regular”.
Esto termina escurriendo los bolsillos de los usuarios. “No solo los choferes terminamos afectados, esto también afecta a los clientes, porque cuando se les cobran las carreras, por la misma situación económica que hay, no quieren pagar ese dinero”.
“El tráfico es a diario, y lo peor es que ahora no solo es en horas pico, sino que más bien uno se asusta, porque a toda hora se encuentra hechas un caos la calles de la capital”.