Sucesos

Su hijo se ahogó, ella no soportó y murió después en Choluteca

El dolor de perder a su hijo segó la vida de la mujer, quien falleció tras sepultar al joven en el municipio de Orocuina, departamento de Choluteca
06.11.2023

CHOLUTECA, HONDURAS.- Una doble tragedia ocurrió sobre una familia del sur del Honduras al perder a un hijo y a su madre en la misma semana y en diferentes circunstancias.

Ambas desgracias se registraron en la comunidad de Los Encuentros, en el municipio de Orocuina, en el departamento de Choluteca.

El primero en fallecer fue el hijo, quien fue identificado como Axel Marel Aplícano Portillo, de 22 años. El joven murió tras ahogarse en un río de esta localidad.

Axel fue arrastrado por las crecidas aguas del río Choluteca el 1 de noviembre y fue buscado durante casi dos días, pero lamentablemente, fue encontrado muerto.

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Según los relatos de sus familiares y vecinos, el joven resbaló al río Choluteca cuando se encontraba buscando leña junto a varios menores de edad y como las aguas se encontraban crecidas a causa de los efectos de la tormenta tropical Pilar, fue arrastrado rápidamente, sin que nadie pudiera ayudarlo.

Su cadáver fue encontrado casi dos días después en la desembocadura del Golfo de Fonseca, cerca de la comunidad de Guapinol, en el municipio de Marcovia, en el mismo departamento.

Familiares, vecinos y amigos lo trasladaron hasta su vivienda para velarlo y sepultarlo, pero después de eso se vino la segunda desgracia.

Devastada por la muerte de su vástago, Lilian Portillo, la madre de Axel, no soportó su duelo y colapsó. La mujer de avanzada edad fue llevada a un centro asistencial la noche del sábado 4 de noviembre, con la intención de salvarle la vida, pero falleció.

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El medio de comunicación Metro Tv captó el momento en que los familiares de Lilian la bajaron de un vehículo en el estacionamiento del Hospital General del Sur, la colocaron en una camilla e ingresaron a la sala de emergencias, pero minutos más tarde salieron con su cuerpo inerte.

Una de sus hijas lloraba desesperadamente sobre el cuerpo de su madre y no fue capaz de expresar ninguna palabra, pues su llanto de impotencia no se lo permitía. Los familiares subieron al mismo vehículo en el que llegaron y se marcharon de regreso a casa para prepararse para un nuevo sepelio con solo horas de diferencia.