La captura de siete personas, entre ellas cuatro menores de edad, así como el decomiso de electrodomésticos, motocicletas, herramientas, armas de fuego de calibre corto y largo y municiones para diferentes tipos de arma de fuego son parte de los resultados obtenidos durante un allanamiento realizado por elementos del Primer Batallón de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), en la colonia Los Pinos.
El comandante del batallón declaró que la investigación del caso comenzó cuando recibieron varias denuncias de que los integrantes de la MS atemorizaban a los pobladores de la colonia.
“Se tenía conocimiento de que en esta ferretería (Los Pinos) se guardaban armas y vendían las cosas que ellos adquirían de forma ilegal robándolas al ciudadano”, afirmó.
En la operación los militares decomisaron nueve cajas de proyectiles para diferentes armas de fuego; siete armas cortas, entre ellas dos tipo revólver; seis armas largas, entre ellas una escopeta, y cinco fusiles.
Además cuatro computadoras portátiles, un radio satelital, cinco motocicletas, tres tablets, ocho celulares, siete equipos de sonido, ocho televisores plasma, cinco televisores pantalla plana, taladros, entre otras herramientas para construcción.
En el lugar las autoridades también decomisaron cinco motocicletas y veinte computadoras con sus respectivas impresoras propiedad del Estado, las cuales habían sido donadas a uno de los centros educativos de la colonia.
“Tope”
En su defensa, Pedro Espinal, propietario de la ferretería en donde se realizó el allanamiento, afirmó que algunas de las cosas son de su propiedad, ya que las trajo de Estados Unidos.
En relación a las motocicletas, los electrodomésticos y las armas dijo que todas estaban empeñadas, pero que no tenía recibos que comprobaran ese extremo.
Respecto a las computadoras, aseguró que estas le fueron dejadas por el exdirector de una escuela que le pidió que las guardara ya que el centro educativo no era seguro y podían ser robadas por los mareros de la zona.
Sin embargo, ya pasaron más de dos años desde que le fueron dejadas y el docente dejó su cargo y el comerciante no procedió a entregar el equipo a las actuales autoridades del centro educativo.
Las autoridades militares afirmaron que continuarán las investigaciones del caso para identificar al maestro que supuestamente le entregó las computadoras y así confirmar o desmentir lo asegurado por el sospechoso.
También investigan si el comerciante se encargaba de venderle municiones a los criminales que operan en la colonia.
El coronel afirmó que el ferretero no pudo dar una explicación creíble de la procedencia de todos los bienes decomisados, por lo que será acusado por varios delitos.
“Esta es una ferretería y no tiene permiso como casa de empeño, por lo que todo esto es ilegal... él es comprador y vendedor de cosas robadas”, afirmó el militar.
Según el uniformado, los detenidos serían integrantes de la Mara Salvatrucha y estaban en el portón de la ferretería.
“Nuestras fuentes de inteligencia nos decían que estos operan de esta forma y que guardan las armas en este lugar”.
Don Pedro Espinal aseguró que la escopeta decomisada es de su propiedad y tiene el permiso de portación.
“Aquí no hay nada robado, yo quizás cometí la imprudencia de agarrarlas empeñadas porque a uno le dan un paguito por el empeño y de paso le hace el favor a la gente, pero aquí de delincuencia no hay nada”, sostuvo el comerciante.
Los militares dijeron que realizarán las investigaciones para determinar si las motocicletas y los demás artículos decomisados tienen reporte de robo.
Además harán pruebas de peritaje a las armas decomisadas para verificar si han sido utilizadas en la comisión de algún crimen.
El comerciante fue puesto a la orden del Ministerio Público por los delitos de almacenamiento ilegal de armas de uso prohibido, armas comerciales y municiones, pero la acusación puede ser ampliada según lo que contemplen los fiscales.