Siempre

El artículo de Octavio Carvajal: ¡Fuera JOH! ¿Y?

La mayoría de políticos niega sus pillerías y sus amoríos con capos, pero cada quien tiene su chorizo de maldades. Quien esté libre de pecado...

31.08.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El “Fuera JOH” es la frase de moda en Honduras. Hasta los mismos amigos que lo llevaron al sillón, entre ellos su exprotector Porfirio Lobo Sosa, otros cachos resentidos y rivales exigen su salida urgente. Pero si botamos a JOH, ¿quién acabará con el caos del que nadie acepta ser parte? Será que, a lo rayo, un mágico y tirado de pulcro nos mudará a un paraíso.

Aquí, muchos, idean y han hecho creer al gentío que solo tumbando a JOH morirán los serios problemas como el desempleo, alto costo de la vida, corrupción, narcotráfico, impunidad y sinfín de hedor en una población que ya no es la misma tonta de hace veinte años, pero pareciera que fácilmente se deja enamorar por lobos con piel de oveja.

Impuro

JOH no es un ícono de pureza ni tampoco lo son sus anteriores. Rozando a por lo menos los últimos cuatro jefes, entre ellos Carlos Flores, Ricardo Maduro, Manuel Zelaya Rosales y Lobo Sosa, cada uno tiene su cuota de cargo. Vieron, permitieron y consintieron actos de corrupción, aliados y cobijados por picos empresariales y de prensa.

Craso error del humano pensar que todo es fácil. No es lo mismo verla venir que platicar con ella. Igual es creer que regir una nación -con tino y decoro- es tan posible como gritarlo. Cansa oír a un grupillo de sabelotodo soñado de bello siendo otra recua de reptiles que extraña las jugosas chambas públicas para saciar sus entrañas y la de su prole.

Absurdo imaginar divinos a pinches cuatreros. Nos tienen divididos y confrontados las mismas ratas. Esas perfumadas, puras, son meras alimañas que –para tuerce nuestro- son vistas -por incautos- como únicas salvadoras de la ruina. Si JOH no debe seguir por su alusión en el narcotráfico y otros actos impuros, ¿quién o quiénes están libres de pecado?

Coca

Miles dicen que el indio de Lempira está hasta el gorro por Nueva York y son adictos a la cocaína día y noche, al grado que modelan tabique de platino. Ciertos políticos ya miran preso a JOH por sus picardías sin verse el chorro de trastadas que también pesa sobre sus espaldas. No se vengan con cuentos viejos de pureza si son de cloaca.

Derrocar un regente es gravoso, al menos aquí. Así ratifica la época reciente con el derribo de Zelaya Rosales. Aunque su salida giró por razones políticas y geopolíticas, hoy, todos, estamos a merced de otra debacle por codicias económicas y políticas de unos cuantos vividores y, de remate, por culpa de otros, el olanchano desquita su tirria incitando al odio y al vandalismo.

Del norte salió que “Mel” tuvo amoríos con el mundo ruin. Empero, sus adeptos lo ven noble, contrario a JOH que su reelección le manchó su imagen, aparte de estar herida por casos de pus y por presunto uso de dinero narco para su campaña política, según la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, donde también se bañó a Lobo Sosa.

Sacar un jefe no es tan fácil como decirlo. Si la caída de “Mel” Zelaya nos cuesta caro, seguro que, si tumban a JOH, nos acabarán de sacar los ojos con más desempleo, devaluación y chorro de deudas. ¡Fuera JOH! o no, podridos y capos seguirán bajo cualquier color, no se pierdan.