El conflicto entre el ministro de Educación, Marlon Escoto, y la dirigencia magisterial por la cancelación de las licencias con goce de sueldo debe resolverse mediante el arbitraje nacional o internacional, recomendó el vicerrector de Unitec, Marlon Brevé.
De acuerdo al entrevistado, los argumentos de los dos partes parecen válidos, por lo que es necesario que haya un arbitraje para solucionar este conflicto.
Pero consideró que es necesario dejar la polarización de la sociedad atrás y tratar de lograr un pacto social entre los sectores involucrados.
Conflicto de leyes
El vicerrector de Unitec explicó que existe un conflicto entre las leyes, ya que el reglamento de Educación establece que las licencias se pueden dar por un periodo de dos años, mientras los dirigentes aseguran que están protegidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que les permite el fuero sindical de manera indefinida.
Agregó que no debe ser la Secretaría de Educación, ni los líderes magisteriales o sus organizaciones, sino un ente legal como el Ministerio del Trabajo o la misma OIT, el que decida si ellos tienen derecho a estas licencias o no, y que esa determinación sea aceptada por ambas partes.
En los últimos meses se han intensificado las acciones del ministro de Educación para poner orden en la dirigencia magisterial por el abuso en el uso de las licencias.
En octubre del 2012, EL HERALDO reveló que hay maestros que han gozado de licencias hasta por 22 años
para formar parte de las organizaciones magisteriales.
Ante estos abusos, el pasado 7 de enero el ministro de Educación
anunció la cancelación de las licencias
a los dirigentes magisteriales.
Con esta medida se obligó a 15 directivos a volver a sus aulas de clase, pero hasta la fecha, solo el presidente del Colegio Profesiónal Unión Magisterial de Honduras (Coprumh), Edgardo Casaña
regresó a impartir clases.
El presidente del Colegio Profesional Superación Magisterial de Honduras (Colprosumah), Edwin Oliva, dijo que espera la notificación de la suspensión de su licencia para regresar a su centro educativo, pero fue el único dirigente que no se inscribió en el Registro de Docentes Activos.
Mientras, el presidente del
Sindicato Profesional de Docentes de Honduras (Sinprodoh) Bertín Alfaro comentó que las acciones de Escoto violan leyes internacionales
que les permiten la afiliación gremial, pero al igual que Oliva está a la espera de la notificación para tomar acciones legales.
El caso más reciente se da con la suspensión de Yuri Henry Hernández Tróchez de su cargo como director del centro de educación básica República de Costa Rica en Pueblo Nuevo, Francisco Morazán, aduciendo abandono de su puesto de trabajo, porque no se presentó en la fecha estipulada a impartir clases.
Un ejército
Cada una de las seis organización tiene 18 juntas departamentales que están conformadas por 12 personas, es decir que en todo el país cada colegio tiene 216 representantes.
Pero solo los dirigentes, que son 12 por cada colegio, se trasladan a Tegucigalpa y tienen derecho a las licencias con goce de sueldo, además del sueldo que reciben de sus propias organizaciones.
'Es un ejército que tiene 18 batallones, en cada batallon hay 72 delegados por departamento, que les permite responder rápidamente a las convocatorias a reuniones, asambleas informativas y paros', explicó Brevé.
Sin embargo, solo los 72 directivos, es decir, 12 por cada uno de las seis organizaciones, que tienen derecho al fuero laboral o licencias con goce de sueldo y se trasladan a Tegucigalpa donde están ubicadas las oficinas centrales.
Los dirigentes también reciben un salario de las organizaciones que dirigen.
Pacto
Brevé aseguró que la mayoría de los maestros están en los gremios por obligación, y no son activos, pero en los últimos años los dirigentes han perdido incidencia entre sus agremiados porque ya no se miran las manifestaciones de tres mil maestros que llegaban a toda Honduras a tomarse las calles.
'Cuando los obligaban a perder clases lo hacían por temor, pero ahora que el Ministerio hace las deducciones y cancela docentes permanentemente,
entonces dejan de hacerle caso a los gremios porque cuidan su bolsillo', aseveró.
Brevé comentó que se percibe un desencanto en los docentes porque 'al igual que los hondureños, quieren paz' por las posiciones intolerantes de los dirigentes que tendrían que estar abiertos al diálogo, aunque reconoció que hay un reducido número de directivos que trabajan para que se capaciten y se respeten sus derechos.
Dijo que es necesario crear un pacto social por la gobernabilidad y la calidad en el sistema educativo, porque la polarización debe dejarse atrás y reconoció que se está ordenando el sistema educativo hondureño.