Tegucigalpa, Honduras.-El sistema educativo hondureño cierra el año con avances puntuales, pero también persisten deudas que las nuevas autoridades educativas deben abordar, aseguran analistas.
Pese a que ha habido mejoras en temas como la deserción, gracias a programas como la matrícula gratis y la alimentación escolar, que contribuyeron a que más estudiantes permanezcan en los centros educativos.
La matrícula continúa estancada, sin lograr recuperar los niveles de años anteriores, cuando el país registraba entre 2 y 2.1 millones de alumnos, señaló a EL HERALDO Russbel Hernández, director del Instituto de Investigación y Evaluación Educativas y Sociales (INIEES) de la universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM).
"En matrícula no hemos mejorado, estamos igual o menos que el año pasado o el año antepasado, no hemos llegado a la matrícula que tuvimos hace unos años. Evidentemente, esta es una problemática que tenemos que ajustarla", opinó.
Hasta julio del 2025, la Secretaría de Educación registró una matrícula escolar a nivel nacional que alcanzaba los 1,834,138 estudiantes; en ese entonces, aunque se superó por cerca de 4,000 estudiantes, las cifras del año pasado.
En departamentos como Francisco Morazán y Cortés la cantidad de alumnos fue a la baja, según los datos oficiales.
Otro de los desafío que tienen las nuevas autoridades que lleguen a la Secretaría de Educación es la mejora de los niveles de aprendizaje de los estudiantes.
De acuerdo al informe "Cuánto se dejó de aprender", realizado por el INIEES de la UPNFM los estudiantes hondureños siguen sin alcanzar los niveles mínimos de aprendizaje.
En las áreas de Español y Matemáticas, los resultados mostraron que los alumnos no lograron alcanzar los aprendizajes mínimos requeridos establecidos en el Currículo Nacional Básico.
"Si no hemos mejoramos la cobertura y no mejoramos los aprendizajes, el sistema sigue con una deuda social en la formación de los niños y jóvenes de los distintos centros educativos que tenemos en el país", apuntó Hernández.
Además, se mantiene el reto de integrar a programas educativos a los más de un millón de niños y jóvenes que están fuera de las aulas, señaló.
"Evidentemente, se han dado avances, pero una refundación de un sistema requiere precisamente de políticas drásticas para mejorar esos dos indicadores que estoy mencionando: cobertura, matrícula y aprendizaje".
Reitero que los indicadores señalan que la deserción a mejorado, pasando de 100,000 a 45,000 el año pasado; sin embargo, "no solo es tenerlos ahí, sino que hay que tenerlos con materiales educativos y los materiales no han llegado como deberían haber llegado".
Hernández expresó que una vez y se logre ingresar a los niños y jóvenes al sistema se deben retener con políticas de integración, actividades vocacionales extracurriculares.
"Se debe retenerlos con materiales educativos para que entonces ahí sí el aprendizaje, digamos, en las materias de matemáticas, español, naturales y sociales pueden fortalecer su formación y esa formación que le sirva para la actividad productiva", dijo.
También se deben hacer reformas curriculares orientadas a la formación económica que tiene el país, que debería ser orientado a ejes de desarrollo que se desprendan desde un plan de nación. "Son desafíos grandes que todavía tenemos", reiteró.
El experto manifestó que las autoridades educativas actuales mejoraron en el tema de la atención de los docentes con los incrementos salariales que se dieron al magisterio.
Sin embargo, no se logró la dotación de materiales educativos a los profesores y la formación de los profesores.