Tegucigalpa, Honduras.- Las fuertes lluvias registradas durante esta semana producto de una vaguada han dejado severas afectaciones en distintos puntos de Honduras.
De acuerdo con el más reciente informe de la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco), se reportan 7,152 personas afectadas, pertenecientes a 1,515 familias.
Las autoridades confirmaron la muerte de un hombre identificado como Guillermo Pérez, de 54 años, originario de la comunidad El Chilar, en Copán Ruinas.
De acuerdo con el Cuerpo de Bomberos, Pérez fue arrastrado por una crecida en Copán Ruinas y su cuerpo fue localizado en la aldea Caparja, en Guatemala, a unos 22 kilómetros del lugar del incidente.
Asimismo, se reportaron 6 personas rescatadas en distintos operativos, mientras que no hay desaparecidos ni lesionados hasta el momento.
El reporte nacional detalla que, de las familias afectadas, 177 resultaron damnificadas y 7 fueron evacuadas de manera preventiva. En el caso de las personas, 622 quedaron damnificadas y 45 tuvieron que ser evacuadas debido al riesgo en sus viviendas.
Solo en el Distrito Central, las autoridades registraban 126 personas que sufrieron pérdidas o daños materiales. Según los reportes, 26 familias tuvieron que buscar albergue en centros comunales, iglesias o casas de familiares, debido al riesgo que corrían en sus propias viviendas.
Daños en la infraestructura
Las precipitaciones también dejaron consecuencias en la infraestructura habitacional, pues reportan 60 viviendas dañadas y 9 completamente destruidas, lo que deja a decenas de familias en situación de vulnerabilidad.
A esto se suma 23 comunidades incomunicadas, principalmente en la zona sur, suroccidente y algunos sectores del norte del país.
En Alianza, Valle, las autoridades informaron que 16 comunidades continúan sin acceso debido a la crecida del río Goascorán, mientras que en el oriente del país se reportan evacuaciones por deslizamientos.
Jorge Castellanos, pronosticador del Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), explicó que las lluvias han sido intensas desde inicios de semana y que las zonas más afectadas son las comunidades cercanas a ríos y áreas ribereñas en el sur y suroccidente, así como en regiones del río Ulúa en el norte.
Castellanos advirtió que, aunque la vaguada que generó la abundante precipitación ya no estará presente la próxima semana, los suelos permanecen saturados, lo que incrementa el riesgo de inundaciones aún con lluvias de menor intensidad.
“Un llamado a la población a estar atentos. Pequeñas lluvias pueden generar emergencias, por lo que se recomienda no cruzar ríos o vados hasta que las condiciones sean seguras”, remarcó.
El experto también recordó que la semana pasada, en zonas como el Distrito Central, se registraron acumulados de hasta 80 milímetros de lluvia en un solo día, mientras que en occidente se reportaron cifras similares.
Aunque para los próximos días no se esperan acumulados de esa magnitud, la convergencia de vientos y humedad del Caribe y el Pacífico continuará provocando chubascos y tormentas eléctricas, especialmente en el suroccidente.
En alerta
Por el nivel de riesgo, Copeco mantiene la alerta amarilla para ocho departamentos: Santa Bárbara, Ocotepeque, Copán, Lempira, Cortés, Intibucá, Valle y Choluteca, además de los municipios aledaños al río Ulúa: El Progreso, Santa Rita y El Negrito en Yoro, hasta El Ramal del Tigre en Tela, Atlántida.
Asimismo, se declaró alerta verde para los departamentos de La Paz, Comayagua y Francisco Morazán, por un periodo de 48 horas a partir de las 6:00 a.m. del sábado 20 de septiembre. Estas medidas buscan prevenir mayores tragedias ante el pronóstico de más lluvias.
Las autoridades recalcaron que la población debe seguir las recomendaciones oficiales y mantenerse informada sobre los comunicados que emite Copeco.
También pidieron a las familias que habitan en zonas de riesgo que tomen medidas de precaución, ya que la saturación de los suelos puede provocar deslizamientos, inundaciones repentinas y daños a la infraestructura vial y de vivienda.
Mientras tanto, los equipos de socorro continúan desplegados en las regiones más golpeadas, trabajando en evacuaciones preventivas, habilitación de caminos y atención a las comunidades que permanecen aisladas.
Las lluvias de esta semana confirman una vez más la vulnerabilidad del país ante los fenómenos climáticos y la urgencia de reforzar medidas de prevención, especialmente en zonas ribereñas y comunidades de difícil acceso.