Honduras

El doctor Pablo Ulloa luchó contra el covid-19 y se fue amando su profesión

La pandemia apagó la vida de Pablo Enrrique Ulloa, un héroe de gabacha blanca, responsable, honesto y servicial

24.08.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Eligió la profesión de la medicina con el anhelo de servir a los demás, desde pequeño lo imaginó y al cumplir 25 años lo hizo realidad.

Pablo Enrrique Ulloa Cáceres falleció la madrugada del 5 de agosto en el Hospital Escuela a causa de una neumonía que le provocó el covid-19, una enfermedad a la que desde el inicio de la crisis sanitaria en el país le hizo frente sin temor y con toda valentía se sumó como un héroe a combatirla.

Originario de San Isidro, Santa Cruz de Yojoa, lugar que se convirtió en su última morada.

Murió a los 55 años y dejó a dos hijos, de 23 y 26 años.

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La medicina para el galeno representaba su vida, su jornada iniciaba minutos antes de las 7:00 de la mañana y retornaba a su hogar a las 8:00 de la noche.

Nunca dejó de trabajar. Sus manos, su conocimiento y espíritu no dejaron de estar a disposición para auxiliar al prójimo, así como le enseñaron desde que era un niño sus padres Heriberto Ulloa y Gloria de Ulloa.

Al doctor Pablo siempre se le observaba hablando por celular, pues nunca dejó de atender a sus pacientes que le consultaban por teléfono cualquier duda.

“Recuerdo que un 10 de julio él comenta en el grupo de chat de la familia que es positivo de covid-19, pero que se encontraba bien, yo me sentí angustiada al saberlo”, recordó su hermana Gloria Ulloa.

Su hermana relató que el héroe con gabacha estuvo interno alrededor de 15 días, su familia se encontraba animada pues ya el doctor Pablo mostraba signos de mejoría e incluso podría haberse trasladado a la sala de recuperación, sin embargo, recayó y tuvo que ser intubado.

El destacado profesional de la medicina era muy activo en sus redes sociales y dejó varios comentarios en los que recomendaba a los hondureños mantenerse alerta de la enfermedad y demandaba que se garantizara la seguridad del personal de primera línea.

“Mi hermano era un médico increíble, un supermédico, investigaba, trataba a la gente, no le importaba el pago”, resaltó su hermana, quien también recordó entre lágrimas que le preparó un té de jengibre la última vez que le vio.

Ulloa deja un gran legado a la profesión y se desempeñó como director de las Clínicas Periféricas de Emergencia.

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Foto: El Heraldo

Sus padres Heriberto Ulloa y Gloria de Ulloa siempre oraban por él antes que el galeno retornara a sus labores.

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