Tegucigalpa, Honduras.- Ante las quejas que muchos alumnos de las diferentes universidades públicas y privadas del país reciben clases en condiciones no aptas, el Consejo de Educación Superior (CES) decidió que evaluará la infraestructura de las casas de estudio.
En la sesión número 405 del CES, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y presidente del Consejo, Odir Fernández, señaló la necesidad de vigilar de cerca el funcionamiento de las instituciones de educación superior.
"Vamos a socializar una rúbrica que permita a las diferentes universidades mostrar realmente lo que tienen. Hemos recibido quejas de que en algunas zonas del interior del país, las clases se imparten en lugares no aptos”, señaló el rector.
Las acciones son con el fin de asegurar que las universidad cumplan con los estándares que garanticen la calidad de la educación.
La supervisión, explicó Fernández, busca corregir las deficiencias que tienen algunas instituciones, además de impulsar una competencia sana por la excelencia académica, y que los títulos emitidos tengan el respaldo a nivel nacional e internacional.
El presidente del CES, conoció los avances de varias instituciones que han acatado las recomendaciones para mejorar sus instalaciones y procesos.
"Ya hay universidades que han adoptado las sugerencias que les hemos brindado. Algunas funcionaban en centros comerciales y ya se trasladaron a sus propios edificios. Agradezco la dinámica de los diferentes rectores, porque están adoptando decisiones derivadas del Consejo", manifestó.
Las autoridades de las universidades coincidieron en que las medidas son importantes para evitar prácticas como la apertura de centros de estudio en locales improvisados o sin el equipamiento adecuado.
La rúbrica de evaluación y supervisión permitirá identificar debilidades y exigir correcciones en plazos definidos.
Nuevas carreras
Durante la jornada también se aprobaron solicitudes de nuevas carreras de grado, posgrado y diplomados en universidades públicas y privadas que estaban pendientes.
El CES tenía al menos 300 solicitudes pendientes, en su mayoría para abrir nuevos programas académicos en las distintas casas de estudio.
"Ya hemos reducido ese número; actualmente quedan alrededor de 120 solicitudes, que pretendemos resolver este mismo año. Aunque siguen ingresando nuevas, creo que el rol más importante que debemos asumir como universidad es el de las supervisiones", puntualizó Fernández.