El Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) reorientará su rol de ser beligerante en exigir transparencia y rendición de cuentas en la administración pública.
Esta política institucional fue inobservada en la gestión de Dulce María Zavala.
Al contrario, en sus últimos días en el cargo de coordinadora se dedicó a perseguir a empleados, destituyendo a varios, politizar el organismo y actuar con autoritarismo al desconocer resoluciones de la asamblea, según denunciaron varios asambleístas.
Ante esta situación que desmejoró la imagen del CNA, las organizaciones que conforman la asamblea decidieron por unanimidad nombrar un Comité Técnico Ejecutivo, para dirigir el organismo en un período de seis meses, mientras se nombra a un nuevo coordinador.
Dicho Comité está conformado por el representante del Arzobispado de Tegucigalpa, Carlos Rubio; de la Confraternidad Evangélica, Alberto Solórzano; y de la Federación de Organizaciones Privadas de Desarrollo (Foprideh), Arnaldo Bueso. Estos asumieron sus cargos con el compromiso de impregnarle al CNA un estilo de beligerancia en el combate al flagelo de la corrupción.
“El CNA es una instancia de acompañar un proceso de exigir al gobierno rendición de cuentas, que hayan políticas de transdparencia y de combate a la corrupción”, dijo Rubio.
“A los gobiernos no hay que dejarlos solos, necesitan que uno les empuje hacia el bien, pero si les damos carta libre para que hagan lo que ellos creen conveniente, sin esta rendición de cuentas, sin combate a la corrupción, sin transparencia, sin honestidad, entonces habrá más de lo mismo”, agregó.
Este fue un compromiso de la asamblea del CNA.
“El CNA ahora está comprometido, todas las organizaciones que estuvimos en la asamblea nos comprometimos a ser más beligerantes, a impulsar una cultura de transparencia, de rendición de cuentas y de combate a la corrupción”, subrayó el sacerdote.
Para alcanzar el propósito insto a la sociedad a trabajar por una Honduras transparente.
Sin injerencia
Por su parte, Arnaldo Bueso, integrante del Comité Ejecutivo, dijo que mientras no exista transparencia y rendición de cuentas al pueblo hondureño, no cambiará la percepción de impunidad en el país.
“Para poder dar un giro del timón de este braco del CNA hay que tocar las cosas de fondo, la Ley del CNA tiene muchas incongruencias, no digamos el reglamento que el 10 de septiembre se aprobó”, cuestionó.
Por ello, en el Comité se cree que es el momento oportuno para trabajar en una reforma a la ley del CNA.
Y es que a pocas horas de celebrarse la asamblea, el presidente Porfirio Lobo Sosa aprobó una reforma a la ley del CNA, posibilitando que sus dos representantes se sumen a las doce organizaciones de la sociedad civil que conforman el organismo, con la facultad de votar para imponer una reelección de Zavala.
“Es importante desvincular al gobierno del trabajo del CNA, esta bien que participe y observe, como lo puede hacer otro miembro de la sociedad, que es un organismo transparente y que estamos luchando contra la corrupción, pero no puede haber injerencia directa para maniobrar cualquier decisión del CNA, eso es uno de los cambios primordiales que debemos de luchar por generar en esta reforma”, dijo.
Esto incluye alternativas para que el financiamiento del CNA no provenga del gobierno, sino que de organismos externos.
El CNA opera con un presupuesto anual de 20 millones de lempiras, asignado por el gobierno. “No debe existir injerencias, ni maniobras que enrumben de una forma diferente el destino de este barco del CNA”, indicó.
Otra iniciativa del Comité Ejecutivo es de abrirle espacios a más organizaciones.
Se pretende una presencia más protagónica de la sociedad civil en exigir rendición de cuentas y transparencia.
Dijo tener esperanza de la unidad en la asamblea del CNA, donde pensó que iba a encontrar un ambiente más hostil. Foprideh se reincorporó a la asamblea del CNA al constatar que “el barco se estaba hundiendo”.
Investigación
Además, se pretenden reformas legales para reactivar una unidad de investigación del CNA. Dicha unidad se cerro hace unos años, convirtiendo al organismo en un ente receptor de denuncias para trasladarlas al Ministerio Público o Tribunal Superior de Cuentas. Se necesita una unidad investigativa independiente en el CNA para dar seguimiento a denuncias y emitir sus propias conclusiones, expresó el pastor Solórzano. Se busca recuperar esta unidad investigativa para coadyuvar en el combate a la corrupción. El Comité Ejecutivo visualiza modificar la figura del coordinador del CNA.
“Hemos ido cometiendo el error de dejar sobre las espaldas del coordinador prácticamente todo lo que tiene que ver con el CNA, no es cierto, el CNA es la participación de organizaciones de la sociedad civil”, dijo. Los tres miembros que integran el Comité Ejecutivo buscan rescatar al CNA, prestando un servicio sin recibir un sueldo.