Tegucigalpa, Honduras.- El Cuerpo de Bomberos de Honduras atiende cada año más de 100 llamadas falsas a nivel nacional, informó Carlos Bonilla, vocero de la institución.
“Al año tenemos un promedio de 100 o más llamadas reportando falsas alarmas, donde se hace el desplazamiento de unidad y todo”, subrayó Bonilla.
Este tipo de reportes implica un gasto innecesario de recursos económicos y humanos, ya que moviliza personal, ambulancias y camiones de bomberos hasta lugares donde la emergencia no existe, señaló el portavoz.
Las falsas alarmas ocurren cuando el CBH recibe denuncias sobre accidentes o incendios y, al llegar al sitio con el equipo requerido, se confirma que no hay ninguna situación de riesgo.
Bonilla explicó que "cuando se activan los timbres (notificando una emergencia) empieza la adrenalina en el bombero. Se sube al vehículo, va al lugar de la incidencia, hay que pelear con el tráfico para llegar a un lugar donde no existe nada”.
Agregó que estas acciones son causadas "por la falta de educación, de imprudencia y de madurez de las personas. Esto genera riesgos”, informó Carlos Bonilla.
¿Cómo evitan las falsas alarmas?
Los bomberos reciben la notificación del Sistema Nacional de Emergencias 911, posteriormente, realiza una llamada a la persona que reportó el hecho para confirmar la veracidad de la emergencia.
“El 911 es nuestro primer receptor de emergencia, ellos nos envían el ticket a nuestros operadores y ahí se hace la llamada telefónica para corroborar la emergencia, si es un incendio o un accidente”, detalló Bonilla.
“Al no tener una respuesta, hacen más de tres llamadas al número que nos indican, y si solo hay ese reporte ya se toma como una falsa alarma”, expresó.
Cuando la emergencia es verídica, no solo se recibe un reporte, si no que tres, cinco, ocho o más. Entre más grande la emergencia, mayor es el número de reportes que se reciben.
Bonilla exhortó a los hondureños a que “sea más consciente” al momento de realizar una llamada reportando una emergencia falsa porque resulta en una pérdida económica para la institución cuando se moviliza personal y equipo.