Tegucigalpa, Honduras.- “A las 06:20 a.m., fuimos alertados de un incendio estructural. Una explosión que se había escuchado en la zona”, esa fue la alarma que recibió el Cuerpo de Bomberos sobre el voraz incendio en el casco histórico de Tegucigalpa.
“Cuando llegamos, en el lugar se encontraron varios locales ardiendo en llamas. Nos fue necesario mover toda nuestra logística contra incendios”, relató el teniente Carlos Bonilla, portavoz del Cuerpo de Bomberos.
La historia, esfuerzo y sacrificios, se esfumaron entre el fuego, dejando atrás familias desconsoladas y al menos 40 capitalinos desempleados y sin un sustento económico.
Los recuentos de las autoridades, indican que, el incendio alcanzó un total de ocho negocios. Las pérdidas fueron totales, es decir que, los dueños no pudieron recuperar ni una pertenencia.
Con sudor y evidencia de cenizas sobre el rostro, los bomberos se movieron de un lado a otro para intentar que el fuego no se siguiera propagando. Las pérdidas materiales no se podían revertir.
“El fuego se inició en el merendero Buen Gusto número dos, una de las empleadas manipuló el cilindro de gas, y luego el gas se empezó a salir. Puede ser que la manguera se picó, no sabemos en concreto”, relató Zobeida Turcios, propietaria del restaurante.
El problema, según Turcios, es que “ya habían estufas encendidas, porque ya estaban iniciando el día, entonces el cilindro de gas explotó y luego empezaron a explotar los otros... ya no pudieron controlar el fuego”.
El merendero tenía dos locales, la buena respuesta de los hondureños a su comida, les permitió expandirse. Lamentablemente, ninguno sobrevivió al siniestro.
Lo mismo ocurrió con el histórico y reconocido “Chinda Díaz”, una panadería y comedor que tiene un recorrido de casi un siglo de haberse inaugurado, del que no quedó nada.
“En el Buen Gusto dos, ahí comenzó el incendio, se explotaron unos chimbos de gas y luego -como es una estructura vieja- el fuego pasó por la parte de arriba al resto de locales afectados”, reafirmó Denis Nájera, propietario de Chinda Díaz.
Las pérdidas alcanzaron a otros negocios donde vendían plásticos, celulares, asados y hasta un bufete de abogados.
“Solo tenemos pérdidas materiales y eso se tiene que agradecer, pero no crea, siempre duele porque es el esfuerzo de años de trabajo”, lamentó Turcios, acompañada de familiares que la intentaban reconfortar.
La tristeza en la Avenida Cervantes se distinguía a cuadras de distancia, mientras propietarios y empleados de los negocios solo observaban –sin poder hacer nada– los pedazos inservibles de las estructuras calcinadas.
“Duele, duele”, lamentó entre lágrimas Nájera, al recordar todos los esfuerzos que había tenido que hacer para mantener su negocio en pie.
¿Tendrán ayudas?
El alcalde municipal, Jorge Aldana aseguró que brindará toda la ayuda posible a quienes resultaron afectados por este siniestro.
“Brindaremos todo el apoyo necesario a los propietarios de estos establecimientos. Pueden estar seguros de que aquí tienen un gobierno amigo”, posteó el edil, a través de sus redes sociales.
Pero, los empleados que trabajaban en los negocios siniestrados también han perdido su sustento económico.
EL HERALDO consultó con los dueños de Buen Gusto y Chinda Díaz cuántos empleados tenían a su cargo. Entre ambos, son casi 40 las personas que, ahora, se suman a la lista de desempleados.
“Hay familias afectadas detrás de esto, las personas colaboradoras nuestras lloraban ahí porque habían perdido su empleo también, entonces, no solo es Dennis, son muchas cosas detrás de Dennis”, puntualizó Nájera ante las posibles ayudas de las autoridades.
