San José, Costa Rica.- El legendario guardameta Keylor Navas es duda para el partido eliminatorio de este jueves 9 de octubre en el Estadio Francisco Morazán de San Pedro Sula, tras sufrir un golpe en el tobillo que lo ha obligado a entrenar de manera diferenciada.
Desde la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) confirmaron que el arquero de 38 años fue apartado del grupo principal junto a Celso Borges, otro veterano que arrastra molestias musculares. Aunque se habla de una lesión leve, su presencia ante la “H” no está garantizada y eso genera incertidumbre en el combinado tico.
Para Honduras, esta baja podría significar un cambio de panorama. No solo por el peso simbólico del exjugador del Real Madrid, sino porque Navas con su experiencia psicológica, al llegar a la concentración de la selección tica, prendió la rivalidad entre centroamericanos con sus declaraciones sobre que Costa Rica tiene más historia mundialista que Honduras.
En caso de que Navas no se recupere, Esteban Alvarado, arquero del Saprissa, asumiría el reto de defender el arco costarricense. Fue convocado de emergencia por la lesión de Patrick Sequeira, quien también quedó fuera por problemas físicos.
Si se concreta su titularidad, Alvarado enfrentaría uno de los partidos más exigentes de su carrera reciente, con un estadio que promete presión y ambiente de eliminatoria pura.
La preocupación en Costa Rica no es menor. El técnico Miguel “Piojo” Herrera empieza a planificar alternativas y ajustar su esquema para no resentir la ausencia del histórico guardameta, mientras que en Honduras se respira una sensación de oportunidad.
El último antecedente de una lesión similar para Keylor data de su etapa en el Real Madrid (2017/2018), cuando también sufrió un golpe en el tobillo que lo dejó fuera por solo cinco días. Sin embargo, la edad y la acumulación de carga física en los últimos meses hacen que la recuperación esta vez pueda ser más lenta.
A 48 horas del encuentro, los catrachos afinan detalles y sueñan con dar un golpe en casa. Mientras tanto, en el búnker tico, la incertidumbre crece. ¿Llegará Keylor? Con o sin él, el Morazán será una caldera el jueves por la noche.