Lindsay Lohan no elige los métodos tradicionales para mantener su figura. No va al gimnasio, ella cuida su cuerpo con el pole dance.
Bajo la mirada de un instructor, la actriz practica el baile del caño. 'Realmente es un buen ejercicio', reconoció en una entrevista. 'Me gusta hacer este tipo de trabajo y transpiro más que haciendo yoga, corriendo en la cinta o haciendo cualquier otra cosa', contó. En su carrera, le tocó interpretar a una bailarina de pole dance. Fue en el thriller I Know Who Killed Me.
Las imágenes de su rutina en el caño se vieron en el documental-reality que el canal Own emite sobre cómo Lohan atraviesa su vida alejada del alcohol. La acompañaron hasta la morgue en la que realiza el servicio comunitario que le ordenó la corte. Ella fue sentenciada por mentirle a un policía y por conducir de manera peligrosa.
Además, confesó que se mantiene sobria, pero que estuvo muy cerca de tener una recaída en su adicción al alcohol. 'Es aterrador', aseguró.
Lo único que Lohan quiere es volver rápido a pisar un set de filmación: 'Esa es mi terapia. Lo que alimenta mi alma. Eso me hará seguir adelante y me da la energía que necesito en mi vida en general.