Tegucigalpa

Urge habilitar la nueva celda en el relleno sanitario de la capital de Honduras

La celda número uno del botadero de basura debió ser clausurada en el mes de abril de este año. La situación actual es crítica

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27.11.2017

Tegucigalpa, Honduras
La transformación que experimenta la ciudad en infraestructura se cae del trono de la modernidad cuando se contempla la crisis en la que se encuentra el vertedero de basura municipal.

El ejemplo está en que la celda número uno del botadero clama por una urgente intervención para ser clausurada, pues su capacidad llegó al límite.

El lamentable cuadro de contaminación se localiza a cuatro kilómetros al norte de la capital, en la carretera que conduce al departamento de Olancho.

Desde abril de este año las autoridades edilicias debieron haber realizado el cierre técnico de este espacio, sin embargo, han pasado siete meses y la situación cada día se vuelve más inestable.

Al ingresar a la celda número uno del malogrado relleno sanitario, se observan los promontorios de basura como si fuera una valla de advertencia ante el dantesco escenario en el que enormes zopilotes, vacas, perros, roedores, insectos y, lamentablemente, humanos conviven entre la putrefacción.

Son toneladas de basura los que se han acumulado, cuyo aroma se compagina con la indigna situación.

El caos en el que se encuentra este espacio también se debe a que dos de los cuatro tractores que sirven para el soterrado de la basura se encuentran dañados, por lo que solo se realizan los labores de aplanamiento y ordenamiento de basura con maquinaria pequeña, y eso hace más pausado el trabajo.

“El trabajo es más lento porque no tenemos la maquinaria en buenas condiciones, ya tenemos casi un mes en esta situación”, manifestó Hermes Guifarro, encargado del botadero de basura.

En este espacio ya no se puede continuar con el depósito de basura, pero se debe esperar a que se adjudique el proceso del cierre técnico de este espacio para habilitar la celda número dos.

Este proceso de clausura será el primero que se realiza en la ciudad, pues el botadero de basura fue habilitado en 1978 y ha tenido ampliaciones de terreno, pero nunca un cierre de celda.

La preocupación de las autoridades municipales recae en que mientras no se inicien los trabajos para habilitar la celda dos, también conocida como la celda de los españoles, que puede demorar hasta cuatro meses, se las deben ingeniar para extender aún más el delgado hilo de vida del actual botadero de la capital.

Control de riesgo
Según informó Germán Pavón, titular de la Superintendencia de Aseo Municipal, en la actualidad se realiza un diseño para determinar los procesos para prolongar la vida del agónico vertedero.

Solo la habilitación de la celda dos alcanzará una inversión de 70 millones de lempiras.

La celda de los españoles fue concebida para un territorio con clima mediterráneo y no húmedo tropical, como el que se experimenta en el país.

Por lo que el modelo no fue diseñado para controlar la producción real de los lixiviados, que es el líquido que se filtra entre los desechos sólidos en la zona.

Esta celda solo funcionó por cuatro meses, pero en 2012 fue declarada inoperante por las autoridades municipales, debido a la falta de adecuación en el control de líquidos.

En la actualidad se han depositado un estimado de 84 mil toneladas de basura y con la rehabilitación tendrá capacidad para soportar hasta 14 meses más de descargas de residuos, con un promedio de descarga de 228 mil toneladas de basura.

Pavón explicó que en la celda próxima a cerrar, no hay riesgo de que se generen desmoronamientos, pues los desechos de esta área han sido compactados de manera adecuada.

Por tanto, los lixiviados no provocan la saturación de los desechos, porque corren hacia los costados.

Además de que en el actual relleno la altura máxima que puede tener el acumulado de basura es de 12 metros, lo que previene un posible derrumbe.

“El financiamiento para realizar obras verdes, ambientales, es más elevado, contrario al de la obra gris, pero esta gestión está realizando esfuerzos para concretar estos trabajos”, comentó Pavón.

Aspiraciones
A más tardar en febrero de 2018 el espacio para desechos hospitalarios será cerrado y se invertirán 16 millones de lempiras para construir una nueva celda para este tipo de residuos.

Este lugar tendrá mayor seguridad para evitar el ingreso de personas, que en la actualidad desafían su integridad física por llevarse viejas sondas hospitalarias, que emplean para elaborar plantillas de zapatos.

Otra de las metas trazadas en esta administración local es la de habilitar un espacio de más de 60 manzanas que se convierta en una tercera celda de desechos y que funcionará como el nuevo relleno sanitario de la ciudad.

Este espacio tendrá capacidad para soportar 24 años de captación de residuos, de acuerdo con las proyecciones de las autoridades del gobierno municipal.

Las autoridades municipales han mantenido reservado el lugar en el que se localizará este proyecto, pues prefieren evitar invasiones u otro tipo de contratiempos.

“Estamos en el proceso de habilitar el nuevo relleno sanitario, ya dimos el 50 por ciento del pago del terreno para realizar un verdadero relleno sanitario, con una guardería, una clínica para que quienes trabajen en este lugar puedan hacerlo en mejores condiciones”, manifestó Nasry Asfura, alcalde del Distrito Central.

Este nuevo proyecto se ha presentado a las autoridades del Fondo Mundial de Cambio Climático, para obtener fondos donados y financiados para mejorar el tema de generación de gases en el nuevo relleno sanitario, explicó Asfura.