Tegucigalpa

Nueva era de inventores dinamiza la producción

Los estudiantes de esta institución formativa crean maquinaria que impulsa la productividad en pequeñas y medianas empresas. En agosto presentarán más propuestas en la Feria del Invento.

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01.07.2012

Las pequeñas y medianas empresas tienen un nuevo aliado para aumentar su productividad: el ingenio de los estudiantes del Instituto de Formación Profesional (Infop).

Los más de 1,200 estudiantes que cursan sus estudios en el área industrial son los creadores de máquinas que contribuyen a dinamizar el aparato productivo.

En los talleres los jóvenes forjan máquinas automáticas de extracción de jugos, construcción metálica y automatización en sellado de botellas.
Inventos que fueron presentados por sus creadores en la primera Feria del Invento que se celebró en septiembre del año pasado.

El encuentro científico fue un escaparate por medio del cual los jóvenes colocaron los aparatos en pequeñas y medianas empresas para maximizar su tiempo de producción.

Ricardo Valenzuela, jefe de la división técnica docente, informó que en San Pedro Sula opera con buen suceso la máquina extractora de jugo que fabricaron los estudiantes.

“Los jóvenes a partir de los conocimientos técnicos que reciben en los diferentes cursos forjan máquinas, engranajes de vehículos, los portones de barrios más seguros, pupitres y hasta incursionan en la robótica”, indicó.

Antes de salir a luz pública cada pieza es rigurosamente probada por maestros y alumnos en los talleres del instituto.

En el área de sistemas de automatización, una máquina que permite doblar en segundos la tubería destinada a fabricar pupitres es la utilizada por los alumnos para reparar el mobiliario del centro y contribuir con escuelas de áreas marginales.

“Con esta máquina fabricamos 40 pupitres para una escuela humilde del Tizatillo y otras 250 que entregamos en el municipio de Lepaterique” detalló Roni Martín Zelaya, instructor técnico de construcciones metálicas.

El maestro asegura que la maquinaria que ellos fabrican cumple con todas las normas de seguridad y calidad.

Genios

La feria de 2011 solo fue el punto de partida para estos inventores que desde ya preparan sus próximas apuestas para la nueva entrega que se desarrollará a finales de agosto.

En el taller de construcciones metálicas, un grupo de estudiantes trabaja en la construcción de una sierra automática y otras creaciones que no describieron para presentarlas hasta su próxima contienda.

Roni Martínez, uno de los estudiantes que trabajan en el proyecto, asegura que cada hora de estudio lo prepara para innovar en el área industrial con propuestas frescas y económicas que mejoren la productividad del país.

Y no se aleja de la realidad, pues la dobladora de tubos tiene un costo de unos 75,000 lempiras, inversión que se traduce en la reducción de unas 12 horas al día en la fabricación de mobiliario escolar.

Otro de los grandes logros de los estudiantes de esta área es producir los portones que garantizan la seguridad de los barrios y colonias suscritos al programa Barrios más Seguros que promueve la Alcaldía.

“Nosotros hemos forjado los portones de decenas de colonias y actualmente trabajamos en más modelos para otros sectores”, manifestó con orgullo José Rivera uno de los estudiantes.

Para la fabricación de estas estructuras los futuros soldadores certificados trabajan en todo el proceso, desde la fundición de los materiales, lijado y soldadura hasta el pulido de la pieza. Cada estructura es creada de acuerdo con las demandas y necesidades de cada barrio, con medidas exactas y un acabado perfecto.

Vanguardistas

Además de una formación técnica especializada, los alumnos de Infop tienen acceso a la más avanzada tecnología del área industrial para cimentar sus conocimientos.

En los talleres de soldadura hace cinco años incursionan en los acabados MIG/MAG y TIG, que permiten pasar de forjar solo acero para trabajar con otros metales como aluminio, fundición y acero inoxidable.

“Trabajar con materiales más delicados nos permite mejorar la calidad de nuestros productos y cumplir con los estándares de calidad que exigen las asociaciones de soldadores a nivel nacional”, aseguró Valenzuela.

Este acabado es difícil, pero permite ampliar los horizontes profesionales de los jóvenes al darles las competencias para trabajar en puentes, piezas de vehículos, barcos, techos y cercas de los centros comerciales y supermercados. El reto de los jóvenes que se forman en este arte durante dos años y medio de carrera es formar una asociación que les permita figurar entre los grupos de soldadores certificados a nivel latinoamericano.

Y desde ya miden sus capacidades con un moderno laboratorio de ensayo de materiales donde se comprueba científicamente la calidad de los materiales para cada estructura y la fortaleza de la soldadura realizada.

El equipo fue donado por la Cooperación Española y con el tiempo los docentes y alumnos esperan ser ellos quienes certifiquen la categoría de los materiales que el gobierno emplea en las grandes obras de infraestructura. “Este sistema permitirá evitar que los procesos de construcción sean viciados y en cada obra se utilicen los materiales adecuados”, afirmó el maestro Roni Zelaya.