Tegucigalpa, Honduras.- La preocupación aumenta entre los pacientes y personal médico del Distrito Central, luego de que se revelara que en el Centro Integral de Salud (CIS) de la 3 de Mayo se estarían almacenando medicamentos vencidos en sus bodegas.
Mientras en diversos CIS los pacientes se quejan por la falta de tratamientos básicos, en este centro de salud la situación es distinta, ya que fármacos caducados permanecen guardados sin que las autoridades tomen acción inmediata.
“Desde el año pasado se encuentran medicamentos vencidos y las autoridades de la Región Metropolitana de Salud no se preocupan por este problema”, lamentó una fuente interna que decidió no publicar su nombre por temor a represalias.
Según información confirmada por EL HERALDO, entre los medicamentos vencidos figuran metronidazol, tinidazol, amlodipina, alfametildopa e irbesartán, todos de uso frecuente para tratar infecciones, hipertensión y otros padecimientos comunes.
El denunciante aseguró que existe incluso una carta de compromiso de la Región Metropolitana de Salud en la que se establece que personal autorizado llegaría a recoger los medicamentos vencidos, pero “no se han asomado desde entonces”.
En el área de farmacia del centro médico, los insumos continúan acumulándose sin que se dé una solución clara sobre su destino final.
De acuerdo con datos recabados por este rotativo, aproximadamente un 25% del inventario almacenado correspondería a medicamentos vencidos, lo que evidencia un serio problema de manejo y control dentro del establecimiento.
La situación no solo representa un riesgo sanitario por la incorrecta disposición de los fármacos, sino que también revela la deficiencia en el proceso de suministro y rotación de medicamentos en la red pública.
Por otra parte, varios el personal médico y administrativo confirmaron que han recibido instrucciones de no hablar del tema, debido a lineamientos establecidos desde la Secretaría de Salud.
Sin embargo, las fuentes insistieron en que el problema debe ser atendido cuanto antes, pues mientras unos centros carecen de medicamentos esenciales, otros permiten que se venzan sin ser utilizados, afectando directamente a miles de pacientes que dependen del sistema público.