Tegucigalpa, Honduras.- El subgerente del Comité de Emergencia Municipal (Codem), Carlos Bonilla, confirmó que la Alcaldía del Distrito Central gasta en promedio de un millón de lempiras diarios en la recolección de basura y mantener limpia la ciudades de Tegucigalpa y Comayagüela.
Bonilla subrayó que este gasto incluye movilización de personal, combustible, maquinaria, equipo y logística. “Mantener limpias las ciudades gemelas es un esfuerzo constante y costoso. La ciudad produce basura todos los días y debe atenderse todos los días”, sostuvo.
El subgerente del Codem lamentó que este gasto elevado podría destinarse a obras de mayor impacto si existiera más responsabilidad ciudadana. “Si hubiera un manejo adecuado de desechos, estos recursos podrían invertirse en un puente, una carretera o la pavimentación de una calle”, señaló.
A pesar del gasto, el funcionario destacó que programas como guerra contra la basura ayudan a que la capital esté más limpias. “Con la participación de todas las gerencias municipales y el apoyo de las Fuerzas Armadas. “Aquí trabajamos de manera articulada. Este esfuerzo conjunto ha reducido significativamente la vulnerabilidad del Distrito Central”, afirmó el funcionario.
El entrevistado agregó que este programa incuye más de 50 kilómetros de dragado, limpieza y destrucción de criaderos de zancudos, lo que también contribuye al control del dengue. “Cada año aumenta la recolección, aunque nos fijamos metas -10 o 20 millones de libras -siempre superamos esas cifras, dependiendo de las incidencias del momento”, señaló.
Bonilla detalló que, desde el 1 de enero al 23 de noviembre, las cuadrillas municipales han recolectado 68 millones de libras de desechos, equivalentes a 31 mil toneladas de basura. Este volumen - explicó- refleja tanto la magnitud del trabajo como el desafío permanente que representa el manejo de desechos en Tegucigalpa y Comayagüela.
El entrevistado hizo un llamado los capitalinos que utilicen de forma adecuada el tren de aseo y eviten botar desechos en quebradas y ríos, ya que estos malos hábitos generan nuevos focos de contaminación y elevan los costos operativos del programa.
Bonilla reiteró que el reto más grande no es únicamente limpiar, sino educar a la ciudadanía para reducir la generación de desechos. “La verdadera solución empieza en cada hogar”, concluyó.