Tegucigalpa

Hondureños recibirán 2013 con incertidumbre

Líderes religiosos instaron a la población a poner la mirada en el Dios de Milagros y
en las acciones de excelencia. Psicólogos invitan a dar lo mejor de sí para forjar un año venturoso.

30.12.2012

La precariedad económica del país, la violencia generalizada, la pérdida de valores, el desempleo y el poco acceso a la vivienda son las dificultades que marcaron el 2012.

Los 365 días del presente año dejaron un mal sabor de boca en los capitalinos, que pese a sus esfuerzos no lograron cumplir sus anhelos de paz y prosperidad.

Por lo que la sombra del infortunio del Año Viejo ensombrece la víspera del 2013 a esta sociedad quebrantada por la falta de oportunidades, seguridad ciudadana e ingresos.

Una muestra de este panorama está en los más de 100 barrios y colonias cercados bajo el amparo del programa municipal Barrios más Seguros.

La medida, que permite cerrar los principales accesos a las comunidades, es el único escudo protector que encontraron unos 100 mil capitalinos contra la delincuencia.

El desempleo es otra de las vorágines que consume al 10 por ciento de la población económicamente activa del Distrito Central, este porcentaje esconde en los fríos números a 46,000 ciudadanos desempleados.

Pese a que las autoridades de la Secretaría del Trabajo establecen que la tasa de desempleo abierto en la capital se redujo en 15 por ciento, miles de jóvenes no pudieron ingresar al mercado laboral para tener una fuente de ingresos.

Uno de los sectores más frágiles que se lleva de encuentro esta voraz crisis social es la juventud.

Los 600 mil jóvenes que habitan en la capital se enfrentan al pobre acceso a la educación, desempleo y violencia.

De este segmento de la población, solo el 60 por ciento tiene acceso a la educación, el 68 por ciento es pobre, solo el 15 por ciento ingresa a la universidad y al alcanzar un título de educación superior se tarda un promedio de 10.3 meses en encontrar trabajo

Zarella Ramírez, una joven de 33 años, vive en carne propia esta realidad, lleva 13 meses buscando un empleo y todos sus esfuerzos han resultado infructuosos.

“Estoy preocupada, necesito trabajar y en todos lados me dicen que no, y se rumora que el otro año será más difícil”, expresó .

La misma historia, pero en un escenario diferente, se repite en la vida de Rosa Sierra, vendedora ambulante en uno de los mercados de Comayagüela.

En las metas de Año Nuevo de la comerciante está el reponer las pérdidas que reportó su negocio con las ventas de la temporada navideña.

Y a unas horas para que agonice este mes, las ganancias no suben lo suficiente para estabilizar su economía.

“No sabemos qué hacer, las ventas no están buenas y hay compromisos de pago para el próximo año que se deben cumplir”, exclamó con su voz apagada.

Mensaje

Ante este panorama de contrastes, muchos se refugian en la religiosidad y la fe para implorar la Altísimo por una mejor nación y futuro.

El canciller de la arquidiócesis de Tegucigalpa, Carlo Magno Núñez, alienta a la población con un mensaje de esperanza.

“Como pueblo debemos de poner nuestra mirada fija en Dios”, manifestó.

Destacó que muchas veces la población fija su mirada en los gobernantes, sin darse cuenta de que cada hondureño tiene por sí solo una cuota de responsabilidad.

“Hay que hacer las cosas bien, cumplir los horarios, al que le toca enseñar que enseñe”, demandó.

Y recomendó un pasaje alentador de la Biblia, Josué 1-9:

“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo a dondequiera que vayas”.

Este mandato divino motivó a Josué -un personaje de la Biblia- a luchar para cumplir la misión de dirigir al pueblo hebreo hacia la tierra prometida.

Para el psicólogo Teodosio Mejía, profesional con amplia experiencia en el comportamiento humano, las preocupaciones no dejan de tener una razón justa.

No obstante, consideró que ha llegado la hora de hacer un análisis personal y que cada individuo haga una fotografía actual de su situación que destaque fortalezas y debilidades que le ayuden a elaborar un plan de vida para el 2013.

A su juicio, hay un principio que no se puede pasar por alto. “El futuro se refleja en el presente, y en los pueblos se maneja que así como están las nubes así será la tormenta”, manifestó.

Empero, estableció que hay que fortalecer tres círculos personales.

El primero es el de la influencia personal, que identifique qué se puede hacer por uno mismo; el segundo, el plano familiar, que revele qué se puede hacer por mejorar la calidad de vida de cada miembro de la familia.

Y, finalmente, el círculo laboral, que sirve para comprobar cuál es la capacidad y las actitudes que se pueden aprovechar para hacer mejor las cosas.

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