Tegucigalpa

150 mil capitalinos bajo la amenaza de deslizamientos

La saturación del suelo por las lluvias afectaría directamente la José Ángel Ulloa, la Soto, El Edén, La Cabaña, El Reparto y la Nueva Danlí. Ayer se sumaron 40 milímetros de agua.

24.05.2012

La excesiva saturación de los suelos provocada por las lluvias de los últimos días amenaza con ocasionar deslizamientos en 25 sectores de la capital de Honduras.

De las 300 mil personas que la Alcaldía ha registrado que viven en zonas de riesgo, la mitad se encuentra expuesta a los deslizamientos, es decir 150 mil ciudadanos, revelaron ayer expertos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Estas comunidades, de acuerdo a la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) y al Comité de Emergencia Municipal (Codem), están incluidos en la lista de los 160 barrios y colonias en alto riesgo debido a sus condiciones de alta vulnerabilidad.

Y es que, al hablar de deslizamientos, la población deberá interpretar que se trata de la caída de una franja de tierra que pierde su estabilidad.

Esto puede activarse a causa de suelos saturados por fuertes precipitaciones o por el aumento de aguas subterráneas.

Sectores en riesgo

Ante la presencia de la temporada de lluvias, el Codem mantiene bajo extrema observación las 25 zonas de riesgo donde las lluvias podrían ocasionar daños, deslaves y deslizamientos.

Es así que de continuar las lluvias en la ciudad, tal como lo ha pronosticado el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), las zonas atacadas directamente por deslizamientos son las siguientes: José Ángel Ulloa, donde se exponen no menos de cinco mil habitantes y unas 970 viviendas; La Cantarero López, con unos 2,600 habitantes y 544 casas.

Además, la Nueva Danlí, en la que se levantan unas 500 viviendas y donde habitan aproximadamente 1,800 personas; la José Arturo Duarte, conformada por 543 casas y 3,700 personas.

La situación es precaria también para sectores como Campo Cielo, donde un deslizamiento afectaría 480 viviendas y 12,300 personas.

La Obrera, con 548 viviendas y 2,100 habitantes, se convierte nuevamente en una bomba de tiempo debido a la falla geotécnica que se ha activado y el efecto dominó que históricamente ha generado.

La Nueva Santa Rosa, donde se registran 415 viviendas y habitan 1,745 personas; igual que La Guillén, conformada por 402 viviendas y 2,800 habitantes, también está bajo amenaza de deslaves.

También hay que agregar otras zonas que no dejan de representar riesgo, como Los Pinos, Villa Nueva, Villa Vieja, El Reparto por Arriba y por Abajo, El Chile, la Soto y la Miramesí.

El peligro también se extiende a diez sectores en las cercanías del embalse Los Laureles debido al rebalse que se produce desde hace dos días ocasionado por las lluvias.

Allan Aragón, portavoz del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA), señaló que el embalse llegó a su capacidad máxima, por lo que al día se escapan más de 20 metros cúbicos del vital líquido.

“Hoy vamos a presentar un informe de esta situación del embalse Los Laureles, que se encuentra en 7.9 millones de metros cúbicos”, declaró Aragón.

De acuerdo con estas cifras, no se descarta que 150 mil ciudadanos estén en serio peligro con la actual alerta amarilla decretada para el Distrito Central.

Evacuación dirigida

Dennis Fúnez, asesor de riesgo del PNUD, manifestó que desde 2010 trabajan directamente con la comuna y han creado los umbrales de alerta, respecto al comportamiento de las lluvias.

Para esta entidad en la capital hay más de 70 barrios y colonias en riesgo de deslizamientos, por lo que recomendó que la Alcaldía cree un programa de evacuación dirigido.

“Esto requiere hacer estudios en las zonas identificadas de riesgo, conocer las familias que se deben evacuar de manera oportuna, a quienes corren el riesgo de morir”, apuntó el experto.

Ante esta situación, las entidades de socorro, que agrupan a la Alcaldía con la disposición del Codem, y los Comités de Emergencia Locales (Codeles), Copeco, Cuerpo de Bomberos y Cruz Roja, entre otros, han ofrecido recomendaciones puntuales para los capitalinos.

Las acción primordial es la de salvar vidas, por lo que el monitoreo y estar pendientes de las noticias sobre el tiempo son fundamentales.

También es necesario vigilar mañana, tarde y noche las viviendas, observar si han presentado movimientos, el reforzamiento de los muros perimetrales, prestar atención al crecimiento de las quebradas y los afluentes.

“Si estamos expuestos al riesgo, lo recomendable es dar orientación a las personas para que aprendan a convivir con el riesgo, ya que la prevención es indispensable para salvar vidas y evacuar en el tiempo preciso y oportuno”, afirmó Julio Quiñónez, subgerente del Codem.