Malhechores irrumpieron el lunes en una casa de la colonia Francisco Morazán, a inmediaciones del Cementerio General, donde descargaron sus armas de fuego contra un agente de la Policía de Fronteras, provocándole la muerte al instante.
El agente Juan Pérez López, de 27 años, originario de Santa Rosita, El Ocotal, Guajiquiro, La Paz, habría fallecido de varios balazos que le infirieron unos criminales, según confirmó un pariente de la víctima.
El familiar confirmó que Pérez López pertenecía a la Policía de Fronteras y que estaba asignado al Aeropuerto Internacional de Toncontín.
El crimen
Según versiones de parientes, Pérez López gozaba de su día libre y decidió ir a visitar a un hermano que reside en la colonia Francisco Morazán.
Alrededor de las 3:00 de la tarde, mientras descansaba en una hamaca, llegaron de repente unos maleantes armados con pistolas, ingresaron a la vivienda y les dijeron a los residentes que si gritaban los mataban a todos.
Tras someterlos a la impotencia, los criminales abrieron fuego contra el infortunado, infiriéndole varios balazos que le provocaron la muerte en el acto. Según el familiar, el cuerpo inerte quedó en una hamaca en el interior de la vivienda, pero todavía en horas de la noche los policías asignados a la posta del barrio El Pastel no tenían conocimiento porque nadie había denunciado el caso.
La versión que dio el pariente es que los asesinos amenazaron a la familia para que no llamaran a las autoridades y que, supuestamente, hasta les cortaron la línea del teléfono.
En la morgue de Medicina Forense tampoco habían sido informados del crimen, por lo que todavía a las 8:00 de la noche no se habían movilizado hacia la zona.
Familiares de la víctima que viven en otros sectores de la capital denunciaron el hecho ante la Policía, por lo que durante la noche se desplazaron varias patrullas a realizar la búsqueda.
También se movilizaron equipos de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), pero no lograban conseguir información.
Lo que manejaba la noche del lunes la Policía, es que los asesinos habrían sacado el cuerpo sin vida del policía de la escena del crimen y lo llevaron para otro sector de la capital.
Lo que se conoció a través de testigos es que a pesar de la presencia policial y militar, las bandas criminales mantienen un “estado de sitio”, situación que tiene atemorizados a los moradores.
