Sucesos

Conductor del microbús accidentado en la CA-5 pidió que no lo dejaran dormirse

Mercy Navarro, una de las sobrevivientes del accidente en la CA-5, relató a EL HERALDO cómo ocurrió el brutal encontronazo en que murieron 4 personas

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26.09.2018

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “Véngase aquí adelante, pero eso sí, me va platicando porque si va a ir dormida yo me voy a dormir, a mí me gusta la gente que me platica”.

Esas fueron las primeras palabras que Faustino Ponce (44), el conductor del microbús que impactó brutalmente contra una rastra averiada en la carretera CA-5, le dijo a la pasajera Elia Hernández (69).

Un total de once personas, entre ellas un niño de ocho años, abordaron la unidad de transporte en el aeropuerto Villeda Morales, en La Lima, Cortés, el martes a eso de la 1:30 de la madrugada, para dirigirse a la ciudad capital, ya que acababan de llegar procedentes de Fort Lauderdale, Florida.

Horas después de esa pequeña conversación, tanto el conductor como la señora fallecieron al instante en el accidente mortal que se produjo en el sector de El Durazno, donde además murieron otras dos pasajeras. Ellas eran Mary Medina (53) y Gavy Vásquez (35), madre e hija y quienes eran madre y abuela del pequeño de ocho años que venía en el vehículo.

Ellas también venían de Estados Unidos de pasar una semana para celebrar el cumpleaños del pequeño.

Foto: El Heraldo

Así viajaban los pasajeros del microbús accidentado.

La pasajera Mercy Dariela Navarro Meza (23), que sobrevivió al fatal accidente, le contó a EL HERALDO algunas de las cosas que ocurrieron dentro del microbús antes de la tragedia.

Navarro Meza venía en el segundo asiento, exactamente atrás del chofer. Con el dolor que sentía por la fractura que sufrió en su pierna derecha y otros golpes que recibió, relató la trágica experiencia que la marcará para el resto su vida.

Acostada en una fría camilla de la sala de Emergencia del Hospital Escuela Universitario (HEU), comentó que observó cómo sucedió todo y que es un milagro de Dios que ella y sus padres estén vivos.

Sus progenitores son Rosalina Meza (53) y Óscar Navarro (71), quienes se recuperan en el mismo centro asistencial.

Ellos tres son originarios de Juticalpa, Olancho.

VEA: Relato: 'El papá dijo que no se vinieran de noche'

Llegan al aeropuerto

El avión que venía de Florida, Estados Unidos, aterrizó en La Lima el martes a las 12:10 de la madrugada. La familia tuvo un leve problema con su equipaje, por lo que se retrasaron varios minutos en migración, pero una vez solucionado el impasse abordaron el microbús que salió alrededor de la 1:45 de la mañana con rumbo a Tegucigalpa.

La familia Navarro Meza venía de estar una semana en Estados Unidos por la celebración de los 15 años de una pariente. “Nos subimos en el segundo asiento, en eso se subió la mamá (Gavy Melissa Vásquez) con el niño y me dijo que le hiciera el favor de cambiar de puesto porque el niño iba dormido y lo querían llevar acostado, entre ella con la abuela (Mary Vásquez), entonces yo le dije que sí y me cambié para en medio”, recordó la joven.

A eso de las 3:00 de la mañana llegaron a la ciudad de Siguatepeque, Comayagua, donde hicieron una parada para comprar algo de comer y beber.

En ese lugar se bajó una pasajera que iba en la parte de atrás del bus.

“Mi mamá me dijo: ‘bajate, hija, para que tomemos un café’, pero no me bajé porque el café me hace daño, se bajaron todos para comprar, yo me quedé en el carro y me hice al rincón”, comentó.

Cuando subieron de nuevo al bus el papá de Mercy, don Óscar Navarro, dijo que se iba a pasar para atrás porque el aire acondicionado le pegaba directo, y ocupó el lugar de la señora que se bajó.

Otro señor y una muchacha que también viajaban en el bus se bajaron más adelante.

“Solo veníamos cuando me acuerdo que de un solo fuimos a impactar a ese carro (rastra), veníamos en una vuelta”, relató Mercy Navarro.

Por el impacto, todos los pasajeros fueron a dar hacia la parte de adelante del bus. Doña Rosalina, madre de Mercy, quedó atrapada por la mitad de su cuerpo en el amasijo de hierros del vehículo. Don Óscar fue a dar por la puerta y encima de él cayó la señora Mary Medina, ella murió al instante.

“El niño fue a caer encima mío, lleno de sangre, golpeado, yo no me podía mover, sentía un dolor como que me estaba muriendo aquí en el pecho, el niño lloraba y yo lo abracé”, recordó Mercy, mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas.

“La mamá del niño sí estaba viva, miré que se estaba quejando y mi mamá también”, comentó. En ese momento se vivió desesperación y angustia por parte de los que sobrevivieron el impacto. Unas personas que estaban cerca comenzaron a pedir ayuda para luego sacar a los heridos.

“Nosotras íbamos adelante y estamos vivas por gracia de Dios”, mencionó.

Mercy relató que tiene la imagen del impacto con la rastra presente y que no puede dormir porque siente miedo y nervios.

En un inicio el bus venía con música, pero después de la parada que hicieron en Siguatepeque apagaron la radio. La joven aún no ha sido operada de su pierna fracturada por la falta de insumos que sufre el HEU. “En ese momento solo mi hijo de seis añitos se me vino a la mente y mi sobrina, pensé que no los iba a volver a ver”, contó llorando y agradeciendo a Dios por seguir con vida.