Siempre

El Artículo de Octavio Carvajal: ¡Toneladas en cubeta!

Por el norte están agitados porque ningún jefe hondureño da noticias sobre Mario Cálix. Los primos no existen y con Pacheco todo está chueco

21.06.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-'De Ardón es harto conocido sus cantos en la sala del juez Kevin Castel, mientras por estos lares, nadie da con la ficha de Cálix quien, siendo vicealcalde de Gracias, Lempira, fue –como hasta ahora lo es- intocable'.

El hermano de un exmagistrado, primo de una fiscal, de un diputado y de una viceministra -acusado de narco hace más de un año- se lo tragó la tierra o él se tragó a las autoridades de un lado y de otro que no atinan, ni en sueños, su posible paradero. Se trata de Mario José Cálix, alias “Cubeta”, exvicealcalde de Gracias, Lempira. ¿Le pondrían algún arbolito?

Con 38 años de edad, Cálix –quien no tiene ningún lazo familiar con “Tony” Hernández como juran los febriles sin control- fue investigado durante 12 años (2004-2016) por la Oficina para el Control de Drogas (DEA) junto a Alexander “Chande” Ardón, exalcalde de El Paraíso, Copán, preso en Estados Unidos tras rendirse ante el acoso. Así el hilo contra los capos de la droga.

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Figuras

En enero de 2019, Cálix fue acusado por las Fiscalía neoyorquina y la División de Operaciones Especiales de la DEA, en un paquete gemelo con “Chande” Ardón. “Gracias a la DEA, ambos hombres ahora enfrentan cargos criminales en los Estados Unidos”, dijo en aquel momento Geoffrey S. Berman, fiscal de Manhattan.

“Amílcar Alexander Ardón Soriano y Mario José Cálix Hernández conspiraron para importar cantidades masivas de cocaína a Estados Unidos y usaron armas pesadas para proteger los envíos de drogas”, señaló Berman. Los cargos para cada uno son: conspiración para importar cocaína y delitos relacionados con armas (ametralladoras y dispositivos destructivos).

“Varias organizaciones de tráfico de drogas en Honduras y otros lugares trabajaron juntas con el apoyo de ciertos individuos públicos y privados prominentes, incluidos políticos y funcionarios encargados de hacer cumplir la ley para recibir cargas de cocaína en varias toneladas a Honduras enviadas desde Colombia y otros lugares a través de rutas aéreas y marítimas”, detalla un ápice del grueso expediente.

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Picos

De Ardón es harto conocido sus cantos en la sala del juez Kevin Castel, mientras por estos lares, nadie da con la ficha de Cálix quien, siendo vicealcalde de Gracias, Lempira, fue –como hasta ahora lo es- intocable. Tenía chorro de amigos, entre paisanos, abogados, políticos, empresarios y ciertos parientes de “mucha influencia” en el país.

Es parte de una nutrida familia. Su padre, del mismo nombre (ya muerto) emigró de Catacamas, Olancho. En los años 70, el hoy extinto zorro cachureco Ricardo Zúñiga Agustinus fue salvavidas de su progenitor. En su prole, figura un diputado de Libre, una congresista, un exmagistrado y una viceministra afines al partido gobernante. Empero, todos se hacen los idos sobre su presunto amorío con el mundo ruin. ¿Entonces? ¿Yo soy el capo?

Cálix es un fugitivo. De Lepaera a Las Flores no hay cruces y en el viejo osario del pueblo no hay ni una lápida que diga “Cubeta yace aquí”.

Está chueco esto don Julián Pacheco. Es una tonelada de dudas sobre una “pinche cubeta”. En el imperio no está y, aquí, su hermano Jacobo, sus primos Soraya, Jorge (el impoluto), Teresa y Alejandra pasan estirados, no lo conocen. Es un caso atípico con una justicia que típicamente sigue de “balde” con cubeta. ¿Verdad Jorgito?

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