Honduras

Investigan si la criminalidad está detrás de los rastros de la miseria

Sacar a los niños de la situación de calle es un complejo rompecabezas que intentan armar las autoridades, las madres no tienen empleos y no pueden dejar a sus hijos solos

10.09.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En las principales ciudades de Honduras hay puntos estratégicos donde se observa que la extrema necesidad genera condiciones sutiles de explotación y mendicidad.

En el Distrito Central se han identificado tres rutas de miseria, todas inician en el casco histórico de Tegucigalpa.

Huellas

En sus recorridos, organizaciones defensoras de la niñez detallan que la primera nace en el centro, atraviesa los mercados de Comayagüela, toma el bulevar del Norte y finaliza en la calle que conduce hacia Olancho y otra culmina en la carretera hacia la zona norte.

La segunda, nace en el centro por la avenida Miguel de Cervantes, colinda con el distrito hotelero y llega hacia el bulevar Morazán. Aunque otra rama se dirige hacia el bulevar Juan Pablo II, ambas finalizan en la colonia Kennedy.

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El tercer rastro de mendicidad se avizora desde el centro con destino hacia El Prado y avanza por el bulevar Kuwait, atraviesa varias colonias antes de integrarse a la populosa Kennedy.

“El mapeo está claro... puntos claves son los mercados y donde finalizan las rutas. Hay grupos organizados que reciben el dinero del ejercicio de la mendicidad”, reveló la fuente.

A criterio del entrevistado, el problema también se observa en barrios y colonias y en muchas ocasiones “hay redes que involucran el narcotráfico y las pandillas como una nueva modalidad de extorsión”.

Operativos

Lorena Cálix, portavoz del Ministerio Público, confirmó que se abrió una “línea de investigación” por información que llegó a la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC).

Asimismo mencionó que para abordar la crisis socioeconómica que deriva en mendicidad, la Fiscalía de Protección a la Niñez junto a la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf) realizan operaciones conjuntas para el abordaje de esa problemática en la capital, Choluteca, Danlí, La Ceiba y otras ciudades.

“Es un tema complejo, si la autoridad hace presión, la población lo ve mal por la necesidad de pedir... se les advierte en reiteradas ocasiones, pero luego dicen que ‘no puedo dejar a mis hijos solos’”, explicó.

La portavoz de la Fiscalía finalizó la entrevista recordando que ya se judicializaron dos casos por mendicidad contra madres de familia y en uno de los casos ya hay una resolución judicial.

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Mutación

Otras fuentes consultadas por EL HERALDO manifestaron que si la criminalidad organizada se involucró en la mendicidad, es porque se aprovechan de la inocencia de los menores y la necesidad de los padres.

“Eso (mendicidad) podría mutar hasta en venta de droga, un niño pasa enfrente de un policía y nadie sospecharía. Por el impacto social y económico que vivimos eso es un escenario posible, porque las estructuras criminales siempre innovan en modificar las figuras delictivas”, declaró.

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Sobre el tema, el sociólogo hondureño Julio Navarro mencionó que un niño mendigando genera compasión en los adultos y por eso sus padres o personas ajenas a la familia los utilizan para pedir limosnas.

“La mendicidad y extrema pobreza no son nuevos, pero la pandemia llegó para agravar, ha puesto en crisis la actividad económica de rebuscarse, se ven en la necesidad de conmover para saciar una necesidad básica: el alimento”.

Para el sociólogo, en estos momentos no podemos condenar la mendicidad para sobrevivir, porque “vivimos una realidad terrible” donde las personas ahora hasta imploran ayuda con rótulos sobre su pecho.