Los pobladores de Danlí que han tomado a la madre patria como su residencia se han convertido en el principal sostén de las oficinas del Correo Nacional a nivel regional.
Y es que la mayoría de los recursos económicos con que cuenta la entidad estatal son percibidos a través de los paquetes que llegan desde España.
De acuerdo con los informes de la oficina regional, cada semana reciben unos 52 paquetes, de los cuales 35 son considerados como de tamaño grande y el resto son de menor volumen.
Elsy Zelaya, administradora, manifestó que gracias a estos envíos la empresa adquiere utilidades.
Los paquetes llegan desde Europa hacia la capital, desde donde son enviados a través de las unidades del transporte interurbano.
Por este servicio los propietarios de las encomiendas cancelan entre 40 y 80 lempiras.
Los envíos son seleccionados de acuerdo al peso, los que presentan menos de 1,000 gramos son considerados pequeños y los que exceden esta medida son catalogados como grandes.
'Muchas personas nos preguntan por qué deben pagar al reclamar las encomiendas, pero es por el costo que implica el acarreo desde la capital', explicó Zelaya.
Confiable
Pese a que en la comunidad funcionan dos empresas privadas dedicadas al envió y recepción de paquetes a nivel internacional y tres compañías con jurisdicción nacional, los migrantes se rehúsan a abandonar el Correo Nacional.
Uno de los clientes más asiduos de la oficina gubernamental es Francisco Méndez, quien manifestó que desde hace varios años él y su familia han utilizado los servicios del correo sin queja alguna.
'Desde que mis familiares viven en España, siempre utilizan el correo para enviarnos y a su vez mandarles productos que ellos extrañan de su tierra natal', expresó Méndez. Los precios que mantiene la institución por el envío de paquetes siempre lo motivan a no prescindir del servicio, aseguró el entrevistado.
Y es que por una encomienda hacia España cancela entre 700 y 800 lempiras, precio que en una empresa privada se eleva a 2,000 lempiras.