Tegucigalpa, Honduras.- Mientras la violencia en Honduras deja a diario muertos, extorsión y comunidades enteras paralizadas por el miedo, la Secretaría de Seguridad destina 24.8 millones de lempiras del presupuesto nacional para alquilar un avión para misiones oficiales, a pesar de contar con su propia flota aérea, incluyendo un helicóptero de la Policía Nacional.
La contratación fue adjudicada el 28 de abril de 2025 mediante la resolución SEDS No. 677-2025, y notificada oficialmente cinco días después.
El beneficiario fue la empresa Inversionistas Tecnológicos Unidos S.A. de C.V. (ITUSA), representada por Félix Francisco Pacheco Reyes, que obtuvo la buena pro para proveer el servicio de arrendamiento de aeronave (avión) a la Secretaría de Seguridad.
La contratación fue realizada bajo la Licitación Pública Nacional SEDS-LPN-GA-2025-014.
De acuerdo con la resolución SEDS No. 677-2025, la Secretaría de Seguridad adjudicó en abril pasado a ITUSA un contrato por L24,850,350.00 para el alquiler de un avión por 420 horas de vuelo, lo que representa un costo promedio de L59,167 por hora.
Este gasto exorbitante contrasta con la realidad en las calles, donde muchas estaciones policiales carecen de condiciones, equipo o presencia constante en zonas conflictivas.
La pregunta es inevitable: ¿por qué el Estado, a través del ministro de Seguridad Gustavo Sánchez, opta por pagar a una empresa privada por servicios aéreos que ya se pueden cubrir con equipo propio?
De acuerdo con registros públicos, esta no es la primera vez que ITUSA es contratada por esta misma Secretaría.
La empresa participó anteriormente en contrataciones similares, lo que apunta a un patrón reiterado en la contratación de este millonario servicio.
En 2023, la Secretaría de Seguridad adjudicó la contratación de una aeronave, bajo la modalidad de alquiler, a esta misma empresa por el orden de 23.1 millones de lempiras.
Para esa ocasión, la institución especificó al proveedor que el avión tenía que estar bañado en una capa de pintura negra con una certificación para vuelos con instrumentos.
La aeronave debía tener capacidad para 19 o más pasajeros, con espacio para transportar al menos 3,800 libras, ala alta y motores bimotor incorporados que le brindaran mayor potencia.
Además, en esa misma operación se contrató con ITUSA el arrendamiento de un moderno helicóptero para misiones durante un año a un costo de 2.6 millones de lempiras.
En colonias de Tegucigalpa y San Pedro Sula, la policía carece de presencia y equipo para enfrentar a bandas bien armadas. En este panorama, ¿qué justificación real puede tener alquilar un avión?
Tampoco se establece cómo este gasto mejora la seguridad nacional o reduce la violencia, lo cual resulta grave, considerando que hablamos de fondos públicos.
Este artículo fue revisado y aprobado por un editor con ayuda de un asistente de inteligencia artificial.