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Tegucigalpa, Honduras.- En apenas 10 días, la Secretaría de Derechos Humanos (Sedh) gastó más de medio millón de lempiras en el alquiler de vehículos blindados destinados a beneficiarios del Mecanismo de Protección, según documentos oficiales.
El arrendamiento se efectuó del 1 al 10 de diciembre de 2024, mediante el memorándum SEDH-DGSP-644-2024. La operación está respaldada por tres facturas que detallan el tipo de vehículos, sus placas, niveles de blindaje y los costos individuales.
A pesar de su corta duración, el alquiler representó un desembolso de L509,807.50, monto que sería apenas la antesala de una contratación posterior aún más costosa y cuestionada.
Entre las unidades alquiladas destaca una Chevrolet Trail Blazer blindada a nivel 4 (placa HAU 5176), por la que se pagaron L74,971.69. También se incluyeron varias Toyota Prado Land Cruiser 2022 (placas VTA 1806, VTA 1912 y HBJ 4088), blindadas a niveles 4 y 5, así como una Hilux 2.8 automática con blindaje nivel 3 (placa HBD 0140).
Por estos vehículos, la Sedh pagó además L374,858.45 y L59,977.36, todos los pagos realizados a Latin American Armored Rentals S.A. (LAARSA).
Hasta ese punto, la transacción podría parecer una medida administrativa común. No obstante, la revisión del historial de contrataciones de LAARSA con el Estado plantea serias dudas.
En septiembre de 2024, la Sedh rechazó una propuesta de la misma empresa por el alquiler de ocho vehículos blindados, cotizados en L7,287,183.96, alegando que el monto excedía su presupuesto de siete millones de lempiras.
El rechazo fue formalizado mediante el acuerdo administrativo 003-2024 y se declaró fracasado el concurso público LPN-SEDH-01-2024-SAV por “falta de fondos”.
Sin embargo, en el primer trimestre de 2025, la Secretaría adjudicó a LAARSA un nuevo contrato por L19,322,968, tres veces mayor al monto inicialmente rechazado. Esta vez, la adjudicación se hizo sin concurso público, bajo el expediente CD-SEDH-01-2025, mediante un proceso de contratación directa.
El inciso 21 del expediente revela que el millonario servicio fue ejecutado sin contrato firmado, es decir, sin documentos que establecieran obligaciones ni garantías legales para el Estado. Solo informes técnicos, jurídicos y económicos respaldan el acuerdo.
Además, tras la negativa de 2024, LAARSA presentó un reclamo administrativo por L509,807.50 en concepto de perjuicios, cifra que coincide exactamente con el gasto efectuado en diciembre.
Críticas por presunto desvío de fondos del Mecanismo de Protección
Dina Meza, directora de la Asociación por la Democracia y los Derechos Humanos de Honduras (ASOPODEHU), denunció que recursos del Mecanismo de Protección —creado para resguardar a periodistas, abogados y defensores amenazados— han sido redirigidos a vehículos blindados para funcionarios.
La activista calificó la situación como “grave” y anunció que el caso será presentado ante el Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
“La libertad de prensa está en grave riesgo. Nos ofrecen querellas, cárcel, nos deslegitiman y nos cierran el acceso a la información por ejercer nuestra labor”, denunció Meza. “Mientras tanto, funcionarios se chupan el presupuesto del mecanismo comprando carros de lujo”, añadió.
Según ASOPODEHU, al menos 19 millones de lempiras fueron utilizados para este fin, mientras la mayoría de beneficiarios reales del programa siguen sin atención.
“Hay personas que deben ser desplazadas, necesitan cámaras, cercas o muros. Pero no reciben apoyo. La Policía Nacional debería intervenir, pero no cuenta con recursos”, explicó Meza.
La organización exigió transparencia en el uso de fondos públicos y la reorientación de recursos hacia quienes verdaderamente enfrentan riesgos, como lo establece el mandato del mecanismo. También pidió vigilancia internacional ante el deterioro de la libertad de expresión en el país.
ETIQUETA DE TRANSPARENCIA: Este artículo ha sido corregido y editado con el apoyo de una herramienta de inteligencia artificial, bajo la supervisión y aprobación de un editor.
