Tegucigalpa, Honduras.- Las reformas a la ley del Instituto Nacional de Previsión Magisterial (Inprema) que se presentaron al Congreso Nacional hace casi un año, tuvo un cambio importante por parte de la comisión de dictamen.
Gerardo Solano, representante de la Asamblea de Participantes y Aportantes (APA) de Inprema, manifestó que la comisión legislativa que socializó el anteproyecto hizo cambios respecto a la jubilación de los docentes.
El primer borrador del paquete de reformas que fue enviado al congreso a mediados del 2024 contemplaba la jubilación de los profesores a los 55 años, con 20 de servicio, no obstante, con los agregados que hizo la comisión, son tres opciones que tendrán los docentes.
Solano explicó que el borrador que ya fue terminado por la comisión de dictamen, establece que los docentes se podrán jubilar con la ley 1026-80, más conocida como la ley de 1980, es decir, a los 50 años de edad con 30 de servicio.
Eso debido al amparo que otorgó la Corte Suprema de Justicia (CSJ) a finales del 2024 a favor de un grupo de docentes para que se jubilen con esa ley.
También se podrán jubilar con la ley vigente 247-2011 (la ley del 2011), que indica que la jubilación es de 59 años con 30 de servicio, así como con la reforma que se espera sea discutida este año en el pleno de la Cámara Legislativa.
"El profesor va tener tres opciones; sin embargo, los docentes que podrán aplicar su jubilación con la ley del 80 son los que ingresaron con dicha ley; los que entraron al Inprema bajo la ley del 2012 podrán decidir si jubilarse con la ley actual o con las reformas", detalló el representante de la APA.
La decisión la tomarán los docentes sobre cuál ley les beneficiaría más para su jubilación.
La determinación de la comisión de dictamen de cambiar el anteproyecto se basó en los debates que surgieron entre varios grupos de maestros sobre con cuál ley se beneficia más un profesor, y tomando en cuenta sugerencias de actuarios que participaron en la socialización del borrador.
Beneficios de cada ley
Las tres reformas tienen sus ventajas y desventajas dependiendo cómo la vean los docentes afiliados al instituto.
Por ejemplo, la ley de 1980 ofrecía condiciones, que de acuerdo a los docentes, eran más favorables en términos de edad de jubilación y monto de la pensión.
La normativa contemplaba que el monto de la pensión que recibe un maestro es del 90% del salario promedio de los últimos 36 meses; respecto a los beneficiarios, tienen la posibilidad de designar a cualquier familiar como beneficiario de las 60 rentas en caso de fallecimiento.
Además tienen la opción de recibir en vida el equivalente a 60 rentas mensuales.
Por su parte, la reforma de 2011 introdujo cambios, que para otros maestros, redujeron significativamente estos beneficios, generando descontento.
En la actual ley se elimina el cobro en vida de las 60 rentas, el monto de la pensión se calcula basado en el promedio de los últimos 180 meses, y limita a hijos menores de edad como únicos beneficiarios, indicaron los maestros.
Mientras que las reformas propuestas actualmente, de acuerdo a los comisionados del Inprema, buscan equilibrar las necesidades de los profesores con la sostenibilidad financiera del instituto, además trae nuevos beneficios.
Entre esos beneficios están, según los comisionados garantía de un mínimo del 40% del salario básico mensual, con posibilidad de alcanzar hasta el 90% dependiendo de los años de servicio y aportaciones adicionales.
Establece un incentivo de 400,000 lempiras (100,000 lempiras por año) para docentes que posterguen su jubilación por cuatro años después de cumplir la edad requerida.
Además de un auxilio por calamidad que beneficio mensual y temporal para maestras entre 50 y 55 años con al menos 15 años de cotización, en situaciones económicas difíciles.
Así como la protección para hijos con discapacidad, en caso de fallecimiento del docente, el hijo recibirá la pensión de por vida.
En el caso de Solano, quien labora en el sistema educativo desde hace varios años, aseguró que le conviene jubilarse con las reformas que pronto se van a discutir en el Congreso.
"A mí me beneficia más jubilarme con la reforma, voy a ganar más jubilado con la reforma que trabajando, pero cada quien decidirá con qué ley jubilarse", apuntó.
Recomendó a la comisión de dictamen que se agregue un artículo que establezca que la decisión del profesor respecto a su jubilación no debe ser modificable.
El presidente de la comisión de Educación del Congreso, Edgardo Casaña, informó hace algunos días que el borrador del dictamen ya fue terminado, por lo que durante este mes será presentado al pleno para su discusión y posible aprobación.