La coordinadora de la junta directiva del Hospital Escuela Universitario (HEU), Elsa Palou, arremetió en contra de los empleados, a quienes culpó de crear un boicot para desestabilizar el centro.
Durante la Semana Mayor, el secretario general del sindicato, José Girón, denunció el mal estado de las lavadoras del hospital que permitió el acumulo de ropa sanguinolenta.
Denunció el colapso de las calderas, el mal estado de las tuberías de agua potable y la paralización del elevador.
Ayer Girón reiteró su denuncia y sumó una advertencia en cuanto al uso de cinco lavadoras caseras que la administración adquirió ante el colapso de cinco de siete lavadoras industriales. Esta información fue confirmada en Semana Santa por el mismo jefe de mantenimiento del HEU, Samuel Medina.
“Esas lavadoras no tienen la capacidad para soportar el químico que se utiliza y después que no vayan a decir que se arruinaron esas máquinas porque los trabajadores hicieron boicot”, manifestó Girón.
Además, denunció que las cirugías fueron paralizadas por el mal estado de las tuberías de agua.
Sin embargo, para Palou estas precariedades producidas seguramente por la falta de mantenimiento son parte de un plan para dañar la administración.
“Qué interesante que en Semana Santa se arruinó el agua, se arruinaron las lavadoras, le metieron una barra a los elevadores”, manifestó Palou.
“Esa gente cree que haciendo eso afecta a la junta directiva y a los directores, no, a quien afecta es a la gente pobre que viene al hospital”, agregó.
La funcionaria explicó que en el caso de las lavadoras, equipo proveniente de un préstamo de Bélgica y Dinamarca, “nunca funcionaron”.
Aseguró que “la compañía que las vino a instalar y que las hizo funcionar un par de semanas no nos dejó los manuales, no dejó el software, no entrenó el personal”.
Dijo que desde que tomaron la administración solo funcionaba una lavadora industrial “viejita y en semana santa dejó de funcionar esa y nosotros lo que hicimos fue comprar cinco lavadoras de 42 libras por hora, para poder sacar y solventar el problema”.
Este dato es contradictorio con el ofrecido a EL HERALDO por el jefe del área de lavandería, Amado Raudales, que indicó que las lavadoras tenían la capacidad de lavar 75 libras por hora juntas, es decir, 25 libras cada una.
En el caso del elevador, Palou aseguró que el informe de los ingenieros del centro detalla que se encontró una barra en el engranaje “que algún ciudadano con toda la mala intención del mundo metió”.
Palao dijo que queda demostrado que “hay boicot” y advirtió que “tengo ya algunas personas que fueron testigos de personal que dijo que crearía caos en el hospital”.
Por tal razón la funcionaría informó que recientemente pagaron personal para cuidar un proyecto de reconstrucción para “que no entrara nadie a arruinar el ultrasonido, a arruinar los monitores, a rayar paredes, a quitar mosaicos, hasta ese nivel hemos llegado”.
“Pero entendemos su enojo, les quitamos los negocios sucios, los pusimos a trabajar y claro, cómo van a estar contentos, yo entiendo que estén molestos”, concluyó.
