Se define como un hombre decidido y entregado. Asegura que no irá como un salvador, pero con la ayuda de Dios tratará de hacer el trabajo que le encomendaron al frente de la Diócesis de Santa Rosa de Copán.
Monseñor Darwin Andino tiene una gran misión, dirigir la obra evangelizadora de la Iglesia Católica en cinco departamentos, (Copán, Santa Bárbara, Intibucá, Lempira y Ocotepeque), al frente de seis vicarías, 38 parroquias, 60 sacerdotes y más de un millón de fieles.
El obispo atendió a EL HERALDO en la recién estrenada sede del Arzobispado.
¿Cómo asume este nuevo reto al frente de la Diócesis de Santa Rosa de Copán, la más grande del país?
Lo asumo en la esperanza y en la certeza de que Dios está en todo esto y lo asumo en la esperanza de que lo haga en un espíritu de servicio como estoy llamado a hacerlo, como me llama la Iglesia.
¿Pensó en algún momento decir no al llamado del Papa Benedicto XVI?
Cuando me lo comunicaron sí, pensé un poco, pero dije sí a esta nueva misión y lo que dije fue: “con la ayuda de Dios lo acepto”
¿Cuándo asumirá este nuevo cargo?
Tengo que reunirme con Monseñor Santos, para la ceremonia de toma de posesión que así se llama, tengo que contar con él, que esté presente. Pero tenemos como fecha tentativa el sábado 17 de diciembre.
La Diócesis de Copán ha tenido por años un perfil irreverente y rebelde, no solo a los ojos de la Iglesia, sino fuera de ella, ¿que hará usted?
Tengo que constatar, me llegan tantas cosas al oído. Una vez constatado yo veré cuál es el remedio, yo creo que cuando un médico ve a un paciente lo examina y le pregunta qué le duele y le da la receta, eso es lo que pienso hacer. Vamos a tratar de dar respuesta a los problemas que encontremos, no voy como un Salvador. Trataré de hacer el trabajo que me encomendaron.
¿Le teme al recibimiento de los fieles?
De cómo me reciban no, yo estoy preparado para eso, no recibimiento o sí recibimiento, pero no pienso encontrar rechazo, conozco a unos sacerdotes de ahí, conozco a varias personas. Hoy me llamó un sacerdote y me dijo: “lo estamos esperando, hemos recibido la noticia con alegría”.
¿Qué opina de la labor de Luis Alfonso Santos al frente de la Diócesis?
Pienso que él ha tratado de dar respuesta a tantos problemas que hay en la Diócesis, sobre todo la pobreza que se vive en estos departamentos. Podemos juzgar que quizá no lo ha hecho como debería, no su manera de actuar, eso yo no lo juzgo. No es lo mismo verlo desde afuera que estar ahí. Yo lo entiendo a él, porque en situaciones de justicia uno se ve muchas veces impotente, quiere hacer muchas cosas pero no puede. Es un hombre luchador que ha querido ayudar y lo ha hecho a su manera.
Hay quienes lo consideran protegido del cardenal Óscar Andrés Rodríguez, ¿qué les responde?
Nunca me he sentido así, él nos ha dejado libres a los dos auxiliares (obispos), libres en el sentido que nos ha confiado la Arquidiócesis y hemos hecho nuestro trabajo. Invito a mis detractores a que dialoguemos, que lo que no les parece de mí me lo digan de frente y no detrás de cámaras, estoy dispuesto a dialogar. Yo hago mi trabajo y sé a quien tengo que darle cuentas.
¿Cuál debe ser el papel de la Iglesia Católica frente a la inseguridad que vive el país?
Todo esto está atentando contra la vida de las personas y la Iglesia está llamada a defender la vida desde su concepción y todo aquello que atente contra ella, la Iglesia tiene que hacer oír su voz y actuar. La Iglesia no intenta quitarle al Estado lo que tiene que hacer, su labor es acompañar e iluminar; la Iglesia está llamada a ser luz de las naciones.
Los niños y los jóvenes son la perla de la Iglesia, ¿qué tiene preparado para ellos?
La niñez y la juventud van a ser mi prioridad, porque ahí está el futuro de la Iglesia y de la nación. Yo he dicho siempre que donde no se trabaje con pastoral infantil y juvenil entonces morirá la Iglesia. Tengo la experiencia en la iglesia San Juan Bautista donde recibía 800 niños el Día de Reyes, eso me dio la pauta que hay que atender a la niñez y a la juventud, sin descuidar a los ancianos. La pastoral juvenil que ayude al joven, que le transmita valores humanos y cristianos, tiene que ser bien programada y sistemática. Llevar a los niños desde temprana edad a que se enamoren de Jesús y descubran en él su verdadero amor. Un buen cristiano es un buen ciudadano decía San Juan Bosco.
¿Cómo tomó su madre la noticia de su asignación?
Mi mamá ayer salió del hospital, tiene 77 años y una de mis hermanas, Magali le dijo de mi nombramiento. La llamé y le dije: “ya hay obispo de Santa Rosa de Copán, quién es me dijo: yo, le contesté y pegó el grito de alegría (ríe al recordar el momento).
¿Cuál es su mensaje para los fieles de la Diócesis?
Les invito a confiar en Dios y a confiar en la Iglesia.