A pocas horas de la Nochebuena, los empleados por contrato de la Secretaría de Salud a nivel nacional continúan esperando el pago de salarios atrasados desde hace tres, cuatro y hasta cinco meses.
En tiempos duros, en los que el asalariado normal hace milagros para llegar a fin de mes, los trabajadores de la Salud se las ingenian para sobrevivir sin percibir salarios, menos aguinaldos. Y en plena época navideña.
Para la médico anestesióloga Karla María Rubio Lara, quien ha laborado durante siete años en el hospital Escuela, la problemática es cíclica, pero este año se ha incrementado.
'Uno se acomoda a no tener una Navidad completa, pero este año ha sido incompleta totalmente con atrasos desde septiembre', contó Rubio, quien es madre de un adolescente.
'Muchas veces nos vemos en la necesidad de no pagar matrícula del colegio de nuestros hijos, atrasarnos en nuestros pagos de casa, en ciertos costos que son muy grandes y gracias a Dios como les digo, uno hace que el dinero se extienda lo más que se pueda', cuenta la anestesióloga.
La historia de Rubio se repite en otros empleados de la institución, pero con menos recursos económicos.
Una enfermera, que prefirió no revelar su nombre por temor a represalias, contó entre lágrimas a ElHeraldo.hn
que incluso ha tenido que pedirle prestado a su jefa para poder subsistir.
Además, afirmó 'a veces uno toma como que no es Navidad, sino cualquier día porque usted sabe que lo que lo mueve a uno es el billete, entonces uno ya se hace la idea de que no hay'.
La madre de tres hijos confiesa que debe mucho y que los acreedores preguntan insistentemente por la fecha de pago.
'¿Qué dice uno? Después le voy a pagar y mire... hoy pensamos que iban a pagar y nada', contó frustrada.
Algunas enfermeras por contrato se ven obligadas a cubrir el turno de sus compañeras y el pago que reciben de ellas lo utilizan para subsistir mientras llega el ansiado cheque de la Secretaría de Salud.
Otras le piden prestado a sus parientes, al pulpero y hasta al taxista de su colonia, ya sea en carreras 'al crédito' y hasta en efectivo para comprar el almuerzo de cada día.
'Una muchacha me debe tres mil lempiras', contaba sin empacho un taxista del servicio colectivo, interesado también como muchos otros acreedores en que el gobierno haga efectivo el pago de los salarios atrasados a los empleados de la Salud.
Otras de las afectadas llevan días haciendo fila en los bancos con la esperanza de que el cheque recibido tenga fondos por fin.
El ministro de Salud, Arturo Bendaña, afirmó esta semana que la deuda estaría saldada a más tardar este viernes; sin embargo, los fondos aún no han sido acreditados.
Los retrasos en el pago de salarios a empleados públicos han sido el detonante de varias protestas, paros y movilizaciones en la capital hondureña.
En la víspera de la Navidad, una de las épocas de mayor demanda en las salas de emergencia, el hospital Escuela funciona a medio vapor por el paro de los médicos especialistas.
El ministro de Salud ha dicho que antes de que finalice el año
se pagarán aproximadamente 170 millones de lempiras.
Mientras tanto, los trabajadores deberán seguir socándose la faja y haciendo 'cara dura' ante los ejércitos de cobradores.
