Tegucigalpa, Honduras
Por lo menos 2.5 millones de hondureños, entre los cinco y 18 años de edad serán portadores de una tarjeta de identidad, si prospera el proyecto que el Registro Nacional de las Personas (RNP) entregó a la Secretaría de Finanzas.
En Honduras, contrario a otros países, los menores de 18 años andan en las calles sin portar un documento que los identifique.
Ya han habido casos de capturas de menores solo por no portar una tarjeta de identidad.
La Ley del RNP ordena al Estado identificar a esta población menor, pero a lo largo de los años no ha habido voluntad política para conceder ese derecho.
El subdirector técnico del RNP, Gerardo Martínez, dijo a EL HERALDO que la meta es identificar a por lo menos 2.5 millones de menores. Lo relevante de este proyecto es que se incluye a los niños a partir de los cinco años de edad.
Se les pretende dar un documento que no dispondrá de las medidas de seguridad que tendrá el de los mayores de 18 años, pero suficiente para cumplir con la ley.
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Sin embargo, todo dependerá si la Secretaría de Finanzas consigue los recursos para financiar el millonario proyecto.
El subdirector técnico del RNP informó que la institución ya cumplió con la solicitud de Finanzas de remitirles un calendario de ejecución, con todo y sus costos, de las diferentes actividades que comprenderá el plan de identificación.
En estas fases están comprendidas las etapas de empadronamiento, identificación y distribución de las tarjetas de identidad. La meta es identificar a 2.5 millones de menores de edad más casi seis millones de mayores de 18 años, quienes, según la ley, son los únicos que pueden ejercer el sufragio.
La fase de empadronamiento se realizaría en un término de un año, comenzando en octubre de este año y finalizando en octubre de 2016. El empadronamiento consiste en actualizar a domicilio las huellas dactilares de todos los ciudadanos. Para este fin, el RNP tiene previsto desplazar al interior más de cien brigadas técnicas dotadas de las herramientas necesarias para fotografiar a las personas, tomarles la huella dactilar y registrar los datos relacionados con su domicilio. Las brigadas, para lo cual se contratará personal temporal, se apostarán en los centros de votación (escuelas y colegios) hasta donde llegará la gente a actualizar sus datos.
A partir de octubre de 2016 comenzaría la fase de la distribución de la tarjeta. Nuevamente las brigadas volverán al interior a entregar personalmente el documento.
La identidad la hará el RNP con la nueva maquinaria que compre la firma que gane la licitación internacional, según Martínez.
