San Pedro Sula, Honduras.- El fútbol en Honduras se cae a pedazos, y los clubes semilleros naufragan en las olas de la calamidad. Esa es la historia del mítico Club Deportivo Victoria, que se desangra en silencio y cuya institución deportiva se ha reducido a un equipo de supervivientes que entrena con el hambre royendo las entrañas. Una pena lo que le están haciendo al jaibo...
Cuatro meses sin salarios han fracturado la convivencia en el club ceibeño, mientras el plantel de futbolistas, en un gesto de hombría, rebeldía y pundonor deportivo, ganó sus últimos dos partidos, encendiendo una chispa de orgullo en medio del caos económico que amenaza con extinguir su legado en la Liga Nacional de Honduras.
Jugadores claves han desertado uno a uno, priorizando la dignidad y sustento familiar sobre la lealtad: los extranjeros Humberto Acevedo, Luis Franco, Yair Delgadillo, y los nacionales Yunny Dolmo, Wisdom Quayé y Walter Martínez rescindieron contratos, dejando un vestuario diezmado de talento y repleto de promesas no cumplidas por una directiva que se ha hecho extrañar faltando a la palabra.
"Ya se nos han ido varios futbolistas, yo cada ocho días tengo este mismo problema, tengo que convencerlos 'no se vayan, no me dejen solo'. En el camerino tengo que decirles a los jugadores que los necesitamos, esto no es así. A punto de huevos, de testosterona ganamos los partidos. Tenemos una cantidad de circunstancias que no nos permiten avanzar", decía John Jairo López, técnico del Victoria.
Los jaibos agonizan en el décimo lugar con apenas 11 puntos en el Apertura 2025, un puesto precario que hace del partido ante CD Choloma de la Jornada 21 un duelo de seis puntos decisivos en la lucha por la permanencia, donde el resultado final podría ir decantando la suerte de ambos de cara al Clausura 2026.
El técnico John Jairo López, tres meses sin cobrar, emerge como el alma del naufragio, pidiendo públicamente que la taquilla del choque contra los cholomeños se destine íntegramente a saldar deudas con sus jugadores, un clamor humano que transforma al banquillo en trinchera contra la indiferencia administrativa.
"Quiero hacer un llamado a la afición, que se sensibilicen, los invicto al estadio el día martes a que nos acompañen y con la compra de ese boleto, que los directivos se pongan la mano en el corazón y que por lo menos esa taquilla se la den a los jugadores y cuerpo técnico. Vienen épocas donde todos necesitan dinero para alimentos y una cena navideña, algún regalo para sus hijos".
¿Qué pasó con los nuevos planes?
Las promesas del tiktoker Saúl Fox, conocido como "La More", se han evaporado como humo: ilusionó a la afición y jugadores con planes millonarios para rescatar al club, asistiendo a entrenamientos y revelando cifras astronómicas, pero los jugadores siguen yéndose sin que su momento de actuar se materialice en hechos concretos. No se volvió a referir al tema.
La deuda acumulada supera los cuatro millones de lempiras, un yugo que incluye salarios atrasados, servicios básicos de impagos y recortes drásticos en contratos televisivos de un porcentaje considerable, hundiendo al presidente Javier Cruz en una renuncia que dejó al equipo a la deriva hace un par de meses atrás.
Logísticamente humillados, el plantel del equipo ceibeño son tan olvidados por una directiva inconsciente que se ven en la obligación de viajar en vehículos de carga.
Esto se dio previo al partido contra Juticalpa FC (que ganaron 3-4) donde el bus en el que viajaban a San Francisco de La Paz sufrió desperfectos mecánicos y al no ver acción en la directiva para mandar un segundo vehículo, los futbolistas decidieron regresarse a La Ceiba pidiendo 'jalón'.
Todavía no hay respuesta de la directiva que comandaba Javier Cruz... y a eso se resume la historia del actual Victoria, que luce en un abandono total.
Cada partido para el equipo de John Jairo López es ahora contra un destino financiero que podría apagar para siempre la llama del campeón hondureño en la temporada 1994.