Joachim Löw se puso en modo prohibido. El entrenador se puso como militar ya en la concentración de la selección alemana donde aspira a revalidar título. Las normas están claras para los jugadores durante la concentración para el Mundial de Rusia: ni alcohol, ni sexo, ni redes sociales. “Los muchachos están muy familiarizados con nuestras pautas de comportamiento. Saben cuáles son nuestras ambiciones y nuestras tareas, somos piezas de un rompecabezas”, aseguró el seleccionador antes de advertir: “El equipo es más importante que el ego”.
En el Mundial de Brasil 2014 permitió que las familias de los futbolistas viviesen en el mismo hotel de concentración y que las parejas compartiesen momentos de intimidad. Y acabaron ganando el campeonato.
Sin embargo, para esta cita mundialista ha cambiado su idea. Los jugadores podrán seguir junto a sus familias durante la preparación que el combinado germano va a realizar en Italia, pero en cuanto lleguen a Rusia, vivirán solos en el hotel y no permitirá encuentros con sus parejas, según explica La Gazzetta dello Sport. “Aquí la atmósfera es más ligera”, se justifica Bierhoff.
El consumo de alcohol solo se permite en dosis mínimas.
“No está prohibido tomar una jarra de cerveza o un vaso de vino antes de ir a dormir, pero, por supuesto, sin exagerar”, asegura La Gazzetta dello Sport a la hora de divulgar las normas de Löw.
Las redes sociales tampoco están bien vistas. Especialmente, después del revuelo que se generó a raíz de que Özil y Gündogan se retrataran junto a Erdogan.
“Están prohibidas las fotos en el hotel y en el vestuario”, aseguran desde Alemania. Y la cosa va en serio: “En caso de que trascienda información confidencial, los jugadores se arriesgarían a la exclusión”
